Hace casi un año, concretamente el 5 de junio de 2012, acabábamos de regresar de Estocolmo, de esa aventura que supuso la realización de mi primera maratón. Las condiciones en las que corrímos fueron muy duras y si a esto le sumamos que era un novato en esta distancia, me encontré con un montón de dolores y sensaciones extrañas. Sin embargo, aquel martes, tres días después del evento, ya estaba corriendo, y con ganas de volver a repetir la experiencia. Sea esta entrada para satisfacer mi sentimiento nostálgico...Ahí tenéis la entrada que publiqué:
"El domingo fue muy duro, todo el santo día viajando. Menosmal que el día siguiente tenía vacaciones. Las piernas estaban muy bien, fuertes y sin molestias, la uña iba mejorando y los pies se me hincharon un poco y estaban algo acartonados pero nada muy reseñable. Tras el domingo y lunes de descanso, decidí salir a correr el martes al terminar la jornada de trabajo. Me enfundé las NB viejas y me fui corriendo al parque, sintiendo al principio una sensación rara, no de agarrotamiento, y sí como de trasplante. Como si me hubieran trasplantado todo mi cuerpo y no me perteneciera, porque no lo sentía mío.
"El domingo fue muy duro, todo el santo día viajando. Menosmal que el día siguiente tenía vacaciones. Las piernas estaban muy bien, fuertes y sin molestias, la uña iba mejorando y los pies se me hincharon un poco y estaban algo acartonados pero nada muy reseñable. Tras el domingo y lunes de descanso, decidí salir a correr el martes al terminar la jornada de trabajo. Me enfundé las NB viejas y me fui corriendo al parque, sintiendo al principio una sensación rara, no de agarrotamiento, y sí como de trasplante. Como si me hubieran trasplantado todo mi cuerpo y no me perteneciera, porque no lo sentía mío.
Sin
embargo no me dolía nada. Una vez que llegué al parque me encontré con
mucha gente que me preguntaba y me daba la enhorabuena. Me puse a correr
con el presi, Joaquín, y con Julián, y el tema de conversación estaba
claro, la maratón. Me sorprendí cuando ví en el reloj que llevaba 43
minutos corriendo, así que me fui para casa, y bajé un poco el pistón.
Finalmente 50 minutillos de carrera continua.
Estiré y ya está, sigo siendo corredor".
Mucho y bien has corrido desde entonces, enhorabuena Javier!
ResponderEliminarSaludos, Emilio.