RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 1 de mayo de 2013

MARTES 29: A RODAR SUAVE Y A DESCARGAR

Por la tarde, después del trabajo, volví a ponerme la ropa de correr, esta vez sin malla, pero sí con el cortavientos. Me fui al parque y allí me encontré a Juanjo Almarza y a otro sufrido runner y a un ritmo suavito, de 05´:40´´ aproximadamente, fuimos dando vueltas, hasta un total de 6. En la última me encontré con José María Camacho, un extenuado que sabe bien de que van esto de los maratones, e incluso que ha disputado dos ascensiones al Veleta, y le propuse que se apuntara a los 101 kilómetros Madrid-Segovia en septiembre. Me dijo que se lo pensaría. Regresé a casa dando rodeos para completar 9.500 metros, y quedé satisfecho porque la carga muscular acumulada del día antes apenas se hizo notar.

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