RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 14 de mayo de 2013

LUNES 13: 66 MINUTOS DE CARRERA EN PROGRESIÓN

Sin muchas ganas, ese es el resumen del comienzo de mi entreno de ayer lunes. Me puse la ropa de correr con total desgana. Además, las molestias en los isquios no se me van y eso me desquicia. Comencé a correr y me sentía pesado (lógico con esa desmotivación). Pasé por la falda del Cerro del Ángel y continué por la vía de servicio de la AIV, hasta llegar al camino hacia el oeste a la altura del Hotel El Hidalgo. Ya para entonces había comenzado a incrementar el ritmo, que no había bajado del 5´15´´. Me puse a 5´ y quizá a algo menos, hasta que cogí otro camino hacia el sur. Las irregularidades del terreno provocaban que los isquios de mi pierna derecha me tiraran, es decir, sentía tirantez. Aún así, seguí incrementando el ritmo y justo cuando llegué al Camino de la Membrilla, quedándome 2.700 metros, llevaba 56 minutos de carrera, y recorrí esa distancia en poco más de 11 minutos, lo que indica que en este último tramo fue a incluso a menos de 4´el kilómetro, y me sentí bien, sin notar tanto la molestia reseñada. Una vez en casa, tras haber corrido durante 1 hora y 6 minutos y haber hecho 13.200 metros, estiré todo lo bien que pude.

En conclusión, entreno más o menos de calidad, pero me preocupan dos cosas: la primera es que no me desaparecen las molestias y ya va casi un mes. La segunda es mi falta de ganas, y eso que hace un tiempo perfecto para correr.


2 comentarios :

  1. Francisco, las ganas van y viene, no creo que sea preocupante, son momentos que hay que aceptar como algo natural, no siempre estamos en la cresta de la ola. Me preocupa mas el asunto de las molestias, nuestro cuerpo es "sabio", siempre avisa, pero no siempre lo atendemos, ni entendemos, nadie mejor que tú conoce sus reacciones, vigilar y prever seria el consejo.
    Saludos.

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  2. Francisco, las ganas vienen y van, no es preocupante, no siempre se puede estar en la cresta de la ola. La cuestión de las molestia en los isquiotibiales, es otra cuestión, la teoría anuncia, que nuestro cuerpo avisa, y que cada uno es el que mejor se conoce, estando capacitado para reaccionar ante las alertas, pero como digo, es solo teoría...., cuídate amigo Francisco.

    Saludos.
    @ediazrms

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