RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 16 de mayo de 2013

ANALIZANDO MI RENDIMIENTO DESDE MARZO DE 2010

Bueno, el otro día estuve entreniéndome tirando de archivos históricos, y anduve introduciendo datos de todas las pruebas que había disputado de 10.000, media maratón y maratón desde que empecé a correr.

Si en 2007 traté de retomar lo de los viejos tiempos y perdí casi 10 kilos en un par de meses, pero sólo me dio el fuelle para correr una media maratón y un 10.000, porque pronto los problemas de salud llegaron por no hacer bien las cosas. Se puede decir que es 2009 el año clave, justo tras el verano; por aquel entonces pesaba unos 76 kilos (16 más que ahora), y correr era una forma de mantenerme y no ganar más peso. El problema es que hacía joggin esporádicamente y no podía pretender correr bien una media maratón. A pesar de ello, ese otoño corrí tres (Torralba, Linares y Sigüenza).

Fijaos mi aspecto en otoño de 2009 en la Media de Sigüenza. Hice casi 01:50 y no lo pasé muy bien que dijeramos. En ese año:



Sin embargo, creo que el verdadero punto de inflexión llega en la primavera de 2010, cuando corro la Media Maratón de Lisboa (justo cuando se batió el récord del mundo). Tadese hacía 58 minutos y yo hacía casi una hora más que él. ¡Menuda decepción!. Pero no podía ser de otra forma. Recuerdo que hice propósito de enmienda y decidí salir al menos cuatro veces a la semana. ¡Y lo hice!. Poco a poco comencé a entrar "en vereda".




Pongo ese origen porque marcó un claro punto de inflexión. Antes de esa media hacía joggin, pero después de la misma algo cambio, claramente, la decepción y lo mal que lo pasé me motivaron a entrenar de forma más constante y sobre todo a perder peso. 

No me extiendo más, ahí van los datos:








Si en Lisboa, en marzo de 2010, necesité casi 2 horas para hacer la media maratón, a lo largo de ese año experimenté la mejora lógica que resulta de comenzar a tomártelo más en serio y sobre todo fue en 2011 cuando comencé a bajar la marca de forma continua: desde el 01:42 de Santa Pola, al 01:30 con el que cerré esa temporada en Miguelturra, en noviembre. Salvo el tropezón de Alcázar, un mes antes de Miguelturra, todo había ido como "miel sobre hojuelas".  

Pero algo muy importante había ocurrido en el verano de 2011: ¡decido correr una maratón!, aunque sea una sola, como experiencia vital. En agosto me inscribo a la Maratón de Lisboa, cuando aún quedan 10 meses para el evento, y comienzo a multiplicar el esfuerzo y a entrenar casi a diario.

El año 2012 es definitivamente un año increíble. Comienzo en febrero, en la Media Maratón de Valdepeñas, mi pueblo, haciendo 01:27, y yo tan feliz. Pero un mes antes de Estocolmo, me doy un batacazo importante en la Media de Albacete, yo que iba a intentar hacer 01:25, me hincho a andar porque me desfondo y hago 01:35. Pero Estocolmo salió bien, y eso que en lo climatológico la cosa no acompañó: ahora que recuerdo mi 03:22 pienso que estuvo muy bien aguantar toda la maratón aunque con el consiguiente bajón final. Lo mejor está por llegar: en otoño me preparo duro para la Maratón de Valencia, que ya tenía pagada desde marzo, y en septiembre vuelvo a hacer una mala media en Puertollano, con 01:32, también mucho calor, sin embargo, un mes después, bato mi marca considerablemente al hacer 01:25 en Alcázar de San Juan, y sólo a un mes de Valencia. Lo que ocurrió en Valencia aún está por analizar, porque no lo tengo claro. Salí a un ritmo cercano a la marca de las 3 horas, y no iba mal del todo, pero me desfondé en el 30 y los calambres terribles hicieron el resto. No terminar una prueba cuando quedan 3 kilómetros es muy duro. El 10.000 que hice dos semanas después de Valencia me dejó claro que mi estado de forma era muy bueno, porque disfruté como nunca había disfrutado una carrera y bajé mi marca de 10.000 otros dos minutos, dejándolo en 37:15. Fue entonces cuando me animaron a correr la Maratón de Castellón, y mi mujer que tres semanas antes había estado en el Hospital de La Fe en Valencia, ahora me acompañaba cruzando los dedos para no volver a tener más historias de hospitales que contar tras maratones frustradas. Pasé mucho miedo en Castellón, hasta que sonó el pistoletazo y me puse a correr, y fue entonces cuando me dí cuenta que Valencia había sido un accidente. Fue una carrera muy irregular, corriendo algunos kilómetros demasiado rápidos, como el 32º en 3´50´´. Esto me provocó que cayera mi rendimiento en los últimos cuatro kilómetros y tuviera que pararme y andar al menos un minutillo. Perdí la posibilidad de hacer 3 horas, pero mis 03:04 me supieron a gloria. 

Diciembre había sido increíble, pero no me podía relajar, en verano me había pagado la inscripción a la Maratón de Roma y con el accidente de Valencia y la carrera no planificada de Castellón, tenía el tiempo justo para acometer una planificación sin descanso. Y eso hice, no descansar. Ese plan lo hice con más cabeza y mirando menos el reloj. El resultado fue que a primeros de febrero no tenía ni idea de cómo me encontraba de forma. Corrí la Media de Torremolinos, un auténtico rompe-piernas en un día de viento terrible, y a partir del kilómetro siete las sensaciones fueron muy buenas y "comencé a correr". Mi marca, 01:23:59 me supo a miel, en una carrera tan dura. Había confirmado que mi forma era buena, pero había que refrendarla en Valdepeñas, quince días después. Esa Media Maratón es la competición de la cual tengo mejor recuerdo, en casa, con tanta gente, y ¡cómo la disfruté!. Me encontraba tan bien que no sufrí, y no forcé del todo; cuando vi el 01:21 fue para no creérmelo. Aún quedaba el último escollo, Roma, y veía lo de bajar de 3 horas como algo factible, pero difícil. De nuevo ocurrió, una carrera cómoda como en Valdepeñas, aunque dura, y no dejé a la gente del globo. Llegar con fuerza en una maratón fue una sensación extraña para mi, pero llegar en menos de 3 horas fue algo más que extraño, fue de ensueño. No olvidaré jamás las sensaciones viendo cómo me acercaba a meta contemplando en crono claramente por debajo de la frontera soñada. Esos 02:58 son aún un sueño para mi. Dos semanas después decidí hacer un 10.000 en Minaya, Albacete, y bien que lo sufrí; tuve el deleite de volver a bajar la marca, haciendo 36´32´´, pero el efecto del plan ya se estaba diluyendo.

Conclusión: comencé en marzo con un ritmo en media de casi 6´el kilómetro, y he terminado corriendo a 3´39´´ de media en el último 10.000. Mi evolución ha sido evidente, y no ha habido más secreto que el trabajo. La cuestión es: ¿hasta donde he de llegar?




7 comentarios :

  1. Pues tu evolución ha sido muy buena, hemos tenido una evolución parecida, aunque si me estiras un poco creo que la mia ha sido hasta más rápida y en menos tiempo, yo empecé a correr en el 2009, dos años más tarde que tu y mas mayor, con 42 tacos cumplidos, mi primer 10.000m me lo hice en 42' y el último que corrí me los hice en 35'47,, mi primera media me la hice en 1h32' y la última media fue en 1h18'28, y en los maratones solo he corrido dos en mi vida, el primero me lo hice en 3h04'54, y el último en 2h48'42 y toda esta progresión en tan solo 4 años como corredor, empezando de bien mayor y yo solito sin entrenador, ¿¿como se te queda el cuerpo?? pues así fue..........

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  2. Buenas Paco,

    No me cabe la menor duda que tu caso es increíble, porque en tan sólo 4 años ha sido una evolución espectacular. En cualquier caso, y solo por matizar, en 2007 tan sólo corrí durante 8 meses, y luego lo dejé, en 2008 fue joggin una vez de allá para cuando, en 2009 idem que en 2008, lo que pasa es que me daba por correr alguna media y en 2010 fue en abril cuando comencé. Por eso digo que se puede considerar que es la primavera de 2010 cuando me pongo en serio y de forma constante, y ya de forma sistemática y planificada lo hago desde verano de 2011. En cualquier caso, siempre había hecho deporte y eso supongo que jugaba a mi favor. Pero lo dicho, no me permito ni soñar hacer 1 hora y 18 en media o 02:48 en maratón; ¡lo tuyo ha sido un caso único!. De hecho yo no sé que es subirme a un podium, porque con 01:21 en Veterano B a duras penas entras entre los 10 primeros.

    ¡Ah!, algo en común que también tenemos, yo soy mi propio entrenador, ahí estamos empatados. Por último, lo de la edad si que es determinante, tus marcas de Veterano C no tienen parangón.

    Pero Paco, lo importante es que sigamos en esto, y yo firmo seguir con más de setenta.

    Un saludo

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  3. Me dais envidia, Francisco y Paco, ¿sabéis por que?, pues porque "comencé" algo tarde, aunque llevo tiempo corriendo, y en el año 97, mi 40 cumpleaños iba a correr la Maratón de Madrid, la operación de hernia discal lo impidió, han tendido que transcurrir 16 años y con 56 lo he hecho, pero contento y satisfecho; ¿mi objetivo?, seguir corriendo mientras disfrute de ello. Gracias por vuestros testimonios, ayudan, de vera que ayudan.

    Saludos, Emilio.

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  4. Emilio, tu caso destaca por algo que vale más que cualquier marca: engancharse con 56; y además tienes ganas de devorar maratones. Has terminado tu primera maratón y al día siguiente ya estabas maquinando la de Málaga.

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  5. Ánimo Emilio, viendo tu caso es para quitarse el sombrero, siempre he dicho que yo empecé a correr tarde pero viendo tu situación es de elogiar,
    oye, ¿no tienes blog? no he visto que tuvieras, si te abres uno lo comentas,, un saludo.

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    1. Tengo uno, aunque es bastante modesto y he estado bastante tiempo sin escribir, lo he vuelto hacer después de mi primera Maratón, lo llamo "Hay que tener ganas..!", http://ediazrms.wordpress.com/, si me animo, lo completaré un poco mas.

      Saludos, Emilio.

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  6. Hola Emilio, te respondí en tu blog, échale un vistazo, un saludo.

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