Completé la tercera semana de las quince de las que consta este plan cuyo objeto es mantener la forma hasta el verano, momento en el cual trataré de crear la base trabajando sobre todo la fuerza. Esta semana ha estado marcada por el test del sábado, sin duda relacionado con la Maratón de Roma, y por el cual trataba de ver cómo me encontraba en un 10.000. Así fue como en Minaya, Albacete, en una carrera de considerable nivel, logré mejorar mi marca unos 45 segundos, pero donde las sensaciones no fueron buenas (a pesar de que mis piernas respondieron en todo momento, no fue así por el resto de variables). En cualquier caso el test resultó positivo. El domingo me dí un merecido descanso. El lunes salí a hacer 69´ a ritmo suave, totalmente lineales, y me encontré bien. El martes, por cuestiones laborales no pude salir, lo cual me partió en dos la planificación semanal, lo que me obligó a sacar de la semana uno de los dos entrenos de calidad, el interval. El miércoles hice series de 400 en el parque, tras un largo calentamiento de casi 30´, y recuperando 600 metros a ritmo exigente. Fue, sin duda, el mejor entreno de la semana, y pese a que diluviaba me llevé buenas sensaciones a casa, saliendo un entreno largo de más de una hora y una distancia de más de 14.000 metros. El jueves hice tirada de más de 14 kilómetros totalmente dolorido por la experiencia pasada por agua del día anterior; no me hallé cómodo en ningún momento y me inflé a dar vueltas al parque. El viernes ya me encontraba recuperado de lo del miércoles e hice una tirada de casi 15 kilómetros, también muy lineal y a un ritmo moderado tirando a suave, a 5´15´´ aproximadamente, para terminar una semana condicionada por lo del sábado y por el contratiempo del martes. Pero estoy contento. Hasta primeros de mayo no vuelvo a ponerme las zapatillas de competición y veremos como me lo tomo entonces.
Al final 70 kilómetros que me permiten estar en los registros esperados de kilometraje.
Os pego la tabla semanal:
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