RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 27 de abril de 2013

JUEVES 25: SERIES DE 400 CON PENDIENTE POSITIVA

El jueves por la tarde, en un día plomizo y fresquito, me fui con la ropa justa a hacer el circuito de los cerros de la Aguzadera, regresando por el Camino de la Membrilla. Justo al llegar al cruce con la calle que lleva al Supermercado Simply, paré, justo cuando llevaba 39 minutos. Allí tenía que hacer seriecillas de 400, eso sí, suaves, y regresar trotando. Comencé con la tarea con la intuición, que se consumó, de que poco a poco se me iría cargando el isquiotibial, y así fue, pero la cosa no pasó a mayores. Por lo demás, me fui encontrando bien, fuerte, hubiera hecho 10 repeticiones si no fuera porque decidí cortar en la octava para no arriesgar con la molestia. Desde ahí me fui descalentando el escaso kilómetro que me separaba de casa, completando 1 hora y 12 minutos y un buen entreno.


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