Definitivamente el esfuerzo del martes me dejó cargados los isquiotibiales y el entreno del miércoles se caracterizo por tener que sufrir esa molestia. El jueves tocaba nuevamente un entreno de calidad, pero decidí bajar intensidad porque no me veía haciéndolo con garantías. Así que calenté bien, haciendo hasta 42 minutos de carrera continua y una vez llegado al parque hice cambios de ritmo, más que series, de 500 metros, hasta un total de cuatro, y recuperé los otros 500 metros al trote. Tras esto me fui a casa descalentando y me salió 1 hora y 10 minutos para un total de 13.500 metros. El isquio apenas me molestó pero las sensaciones no terminaron de ser muy buenas.
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