Última tirada larga del plan, y ya se sabe, cruzando los dedos para no sufrir a estas alturas ninguna lesión. La idea era hacer 23 kilómetros a un ritmo progresivo pero sin forzar apenas y eso hice. Cogí la circunvalación en una mañana muy agradable, en la que apetecía irse a la parte donde más calentaba el solecillo. El ritmo, ligeramente superior a 5´. Cuando hube llegado al parque Cervantes tiré por vía de servicio de la AIV sentido Madrid hasta el pie del cerro del Ángel, y continué por la vía hasta coger un camino hacia el este, ya cercano al Hotel El Hidalgo. Tras esto, regresé hacia el sur por otro camino y fui aumentando el ritmo someramente, más o menos a 4´45´´, pero por momentos había mucho barro en el camino y se hacía desagradable por que las suelas recogían un montón de tierra y pesaban, además de tener riesgo de escurrirme. En cualquier caso, fue un entreno cómodo, y llegué a casa muy entero y contento con las sensaciones, tras 1 hora y 54 minutos de sesión y 23 kilómetros justos.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
sábado, 2 de marzo de 2013
SÁBADO 2: 23 KILÓMETROS TRANQUILITOS
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
15:59
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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