RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 13 de febrero de 2013

MARTES 12: SERIES, ¿WHAT SERIES?

Si el título de mi entrada fuera la portada de un viejo disco de Supertramp, no aparecería un hombre tomándose un cóctel tumbado en una hamaca mientras a su alrededor el planeta "hace aguas". 




Muchos años contemplan esa ocurrente portada, casi cuarenta, y sin embargo está de rabiosa actualidad. Sin embargo, se me ocurre recordarla en estas líneas porque me gustaría sentirme tan despreocupado como ese señor y no puedo. Hoy tocaban series y como viene siendo de rigor, para mi supone un ejercicio de preparación mental y de casi preocupación. Vienen a mi mente preguntas como ¿por qué haces esto?, ¿merece la pena que no te permitas un poco de relajación?. No me tumbo en la hamaca y sigo peleando a pesar de mi mediocridad, así que miro lo planificado y sencillamente me visto con la ropa de correr y lo hago. En esta ocasión 35 minutos a un ritmo ligeramente superior a 5´el kilómetro, con foquillo como de costumbre cuando me toca sesión de caminos por la noche. Llego a la recta iluminada de las calles urbanizadas que no tienen edificios aún, y que quizá nunca los tendrán y allí hago lo que me toca: 10 x 410 metros en ligera cuesta y volver trotando. Conforme va avanzando el entreno compruebo que no es tanto el suplicio como me había temido y se me va yendo el miedo. No me siento feliz como el de la foto, pero al menos, y sobre todo cuando termino, me siento con los deberes hechos. La rodilla no me ha molestado y ya van un montón de días que es así; en cuatro días me toca correr en casa y eso me lo tomaré muy en serio, casi tanto como mi cita en Roma con la cuarta maratón. Ya cuando vuelvo descalentando deseando llegar a mi hogar para calentarme bien, asearme y cenar con los míos, me siento feliz y creo que estoy haciendo justamente lo que quiero hacer; incluso pienso que por qué demonios no comencé a hacerlo antes. Aún así y con todo, no es tarde para hacerlo.

Casi 16 kilómetros de calidad, y lo peor de la semana ya ha pasado

No hay comentarios :

Publicar un comentario