Otro lunes, otra noche más con el foquillo y de nuevo a correr por la zona de los cerros de alrededor del Ángel. En esta ocasión tenía previsto ir de menos a más y mi Garmin me fue permitiendo medir la progresión. Lo peor fue la inestabilidad que supone correr casi a oscuras por terreno irregular. Lo mejor: que no me molestó la rodilla. Al final me salieron unos 41 minutos a una media de 4´36´´ que está muy bien, teniendo en cuenta los repechones y que el día anterior había tenido competición.
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