RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 29 de septiembre de 2012

SÁBADO 29: CONQUISTADOS LOS 28 KILÓMEROS SEGUIDOS Y SIN AVITUALLAR

Día propicio para el entreno que me había propuesto. Fresquito, no llovia, no había sol. Me puse ropa adecuada en la parte de arriba, cargué el mp3 y decidí tirarme a la piscina: nada de dar vueltas a un circuito y avituallar. En esta ocasión salía a realizar un circuito largo de 28 kilómetros sin puntos donde tomar nada. He de decir que en un día como el de hoy la deshidratación iba a ser menor, lo que permitía hacer algo así. También decidí tomármelo con calma, yendo más suave que en anteriores ocasiones. Comencé flojillo, yendo por la vía de servicio de la AIV sentido Madrid. Los primeros kilómetros algo por encima de 5´(5´17´´, 5´04´´, 5´12´´). Cuando sentí que iba caliente y "engranado" comencé a introducir un ritmo más exigente pero sin forzar, de forma que los siguientes kilómetros mejoraron (4´55´´, 4´42´´, 4´52´´). Así llegué al Hotel El Hidalgo, subí por el puente que cruza la autovía y cogí el camino que lleva a la carretera de Daimiel. A esas alturas iba super bien, con el ritmo consolidado y muy cómodo. Los siguientes tres kilómetros así lo muestran (4´44´´, 4´46´´, 4´47´´). A la vuelta por la mencionada carretera agradecí el asfalto y mantuve el ritmo sin problemas (4´45´´, 4´48´´, 4´43´´, 4´44´´). Llegué a la rotando que lleva a Ciudad Real y cogí el carril de desaceleración de la autovía AIV para ir por la autovía sentido Andalucía. Aquí el viento castigó algo, pero iba bien cómodo y sólo fue cuestión de apretar un poco los dientes (4´44´´, 4´39´´, 4´44´´). Tras salir de la autovía volví por un camino asfaltado que llevaba a la vieja depuradora y de nuevo grandes sensaciones (4´40´´, 4´39´´, 4´38´´). Había metido una marcha más pero no había notado la diferencia. Llegaba a la parte más dura del recorrido, la zona de la circunvalación, cogida en sentido este hacía la rotonda de Villanueva de los Infantes y tenía repechos y cuestas por doquier, pero el ritmo, en general no se resintió mucho (4´42´´, 4´31´´, 5´00´´, 4´36´´). El kilómetro a 5´coincidió con la subida por la zona del cerro, que la hice por el camino asfaltado y no por la carretera. Tras llegar a la rotonda donde termina la circunvalación cogí la carretera hacia el pueblo y me sorprendía sentirme tan bien. Al llegar a la calle que sube hacia el paseo del cementerio subí por el "último repecho" y respondieron las piernas. Ya llegando a casa comencé a sentir una sensación extraña, como de angustia y opresión en la boca del estómago que creo que era un claro síntoma de falta de fuerzas. Sin embargo iba bien de piernas. pasé por la calle Amapola a 300 metros de casa cuando llevaba 26,5 kilómetros (tras haber hecho un cambio final en el recorrido todo sobre la marcha). Subí por la Avenida de las Tinajas con una sonrisa en la cara, porque iba a terminar bien, aunque justo de fuerzas. Regresé por la calle que corta a una calle paralela a la de casa y fin de la historia, terminando en (4´35´´, 4´42´´, 4´39´´, 4´45´´, 4´46´´). Tiempo total: 2 horas y 13 minutos, 28 kilómetros justos a un ritmo medio de 4´46´´.

Unas horas después me encuentro muy bien muscularmente y siento la recuperación en mis piernas. Definitivamente estoy en el buen camino.

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