RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

MARTES 11: SERIES DE 3000 HASTA LA EXTENUACIÓN

Tocaba entreno de los duros, y así estuve todo el día, dándole vueltas. A eso de las 19:30 me fui a la pista de atletismo, con una botellita de agua con limón y hielo que me iba a venir después muy bien. Calenté durante unos 17´intercalando gradas y escaleras y una vez hecho esto, me fui a la zona de salida para hacer mis 4 series de 3000. La idea era ir a un poco más de 4´el kilómetro y así se hizo. La primera, como de costumbre, comenzó con cierto agarrotamiento y se me hizo algo larga. Al final marqué 12´24´´. Me tomé las pulsaciones y estaba en torno a 138 por minuto, es decir, iba bien en ese sentido. Tras 3 minutos de recuperación comencé la segunda, que al comienzo me reportó mejores sensaciones, pero me fui apagando poco a poco y no encontraba la comodidad deseada llevando el ritmo. El caso es que marqué 12´27´´, sorprendente para ser la segunda el hecho de hacer más tiempo. Volví a beber unos tragos de bebida, estiré y a los 3´y medio salí a por la tercera, esta sí que transcurrío mejor, cogí el ritmo y me sentí cómodo. Al final 12´22´´. Otra pausa y a por la tercera, me quedaban piernas. De nuevo fuí relativamente cómodo y marqué los ritmos para no tener altibajos. Al final 12´19´´, sin duda la mejor, pero ya estaba bastante cansado, la verdad.

Estiré una pizca y me fui a casa con la sensación de haber hecho totalmente mis deberes.

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