RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 10 de septiembre de 2012

LUNES 10: ALGO MÁS DE UNA HORA CON FOQUILLO INCLUIDO

Ya había olvidado la sensación del gorro y el foquillo encima, pero pronto se vuelve a recordar. En estos días vienen a mi justamente visiones de entrenos de hace aproximadamente un año y ahora más si cabe, cuando ya comienzo otra vez a usar este aparato tan necesario para correr de noche. Me levanté a eso de las 06:35 con mucho pero que mucho sueño, me tomé un café y un par de galletas y me puse la ropa de faena. La idea era ir hasta el Hotel El Hidalgo por la correspondiente vía de servicio de la AIV y volver por la otra vía de servicio que hay justamente en el sentido a Andalucía. Algo dormidas las piernas al comienzo, pero luego fueron entrando en calor. A un ritmo que poco a poco llegó a 5´y que pasada la media hora de carrera bajé hasta aproximadamente 4´45´´. La vuelta tiene una cuesta prolongada y considerable y me sentí bien de piernas. Al final un poco más y disfruto. Curioso pero el foquillo sólo lo usé durante un par de minutos cuando se acercó algún coche de frente.

Cuando llegué a casa tocaba hacer unos ejercicios de gomas, y eso hice. Después estiré y a trabajar. Tiempo total 1 hora 4 minutos y 12,3 kilómetros.

En tres días seguidos llevo acumulados casi 53,5 kilómetros, lo cual está muy bien, sobre todo porque no me siento cargado.

Mañana viene lo peor, y ya estoy rezando; toca 4 series de 3000 en la pista. Eso sí, pretendo hacerlas bastante suavemente, sin pasarme esta vez.

No hay comentarios :

Publicar un comentario