RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 8 de septiembre de 2012

LOS 26 KILÓMETROS DEL SÁBADO 8

Día festivo, pero yo tenía mi propia fiesta, otra tirada larga, y ésta un poco más larga. Madrugué levantándome a las 06:50, pero como era de noche estuve organizando todo: cargando el MP3 de nuevas canciones, preparando el avituallamiento, la ropa, es decir, el ritual habitual. Comencé ya pasadas las 08:00, y por delante un circuito de 13 kilómetros, y dos vueltas que dar. Comencé  suelto y fui controlando el Garmin a un ritmo algo por debajo de 5' el kilómetro. La primera mitad del circuito era la más dura, por la pendiente, y al comenzar la segunda parte, el ritmo medio era de 04'54". A partir de ahí todo era más fácil y costaba no ir rápido. Finalmente tardé 1 hora y 2 minutos, a 4'49"" y con buenas sensaciones.

Después lo de siempre, avituallar y estirar para afrontar la segunda vuelta. En esta ocasión tomé isotónica y dos kiwis algo pasados de maduros, y pensé que tanto azúcar no me haría bien. Comencé los segundos 13 kilómetros a mayor ritmo y a los 20 minutos me sentí algo flojo y pensé que se debía al bajón de azúcar. Aún así la media iba a 4'40" y no lo llevaba mal. Al llegar a la parte de pendiente negativa no mejoró mucho mi cuerpo pero si aumentó el ritmo. Los últimos 3 kilómetros no me gustaron nada porque iba falto de fuerzas aunque bien de piernas. Hubo algún kilómetro en el que marqué 4'18", y bastantes por debajo de 4'40", incluso  varios por debajo de 4'27". Llegue muy justo y pensé que no hubiera podido hacer ni 5 kilómetros más. Finalmente 59' a 4'35". Como media total 4'42", y hubiera salido la maratón en 3 horas 17 minutos.

En cualquier caso estoy contento porque muscularmente estoy muy bien.

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