Madrugar de nuevo a eso de las 06.45, para salir a las 07.00 en una mañana de frío considerable, y lo primero que he pensado ha sido. ¿qué voy a hacer cuando dentro de poco caigan hielos y estemos bien bajo cero?. Pero como aún no es el caso, para que preocuparse. Me he ido al Angel, con ciertas molestias, pero nada importante. Allí he subido dos veces por la carretera, mejor la segunda que la primera ascensión, y he vuelto a un ritmo más vivo que en la ida.
Sensaciones relativamente buenas, y mucho mejor el aductor. Tiempo total 59 minutos.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
martes, 15 de noviembre de 2011
MARTES 16: QUE NO SE ME OLVIDEN LAS CUESTAS
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
20:20

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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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