RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 3 de marzo de 2018

SÁBADO 24: SENDERISMO COMO PREVIA A LA COMPETICIÓN

El pasado sábado llegábamos a Moixent la familia al completo. No nos costó trabajo encontrar el hotel, muy chulo, por cierto, así que como ya venías comidos (habíamos parado en Barrax), nos acercamos a la Plaza del Ayuntamiento para recoger nuestros dorsales







 Merche insegura, como siempre que se trata de montaña, y yo ansiaso, deseoso de mi vuelta a la competición. El hecho de tomármelo como un test de cara a la Maratón de Cuenca me hacía descargar tensión.

Tras esto teníamos aún horas de luz, así que decidimos hacer un poco de senderismo aprovechando el track del trail. En seguida nos veíamos subiendo por una senda muy bonita, poco técnica. El problema es que no necesitamos que transcurriera mucha rato para que la peque comenzase a quejarse, así que Merche e Inés se daban media vuelta y Jorge y yo seguíamos subiendo, pero eso sí, dejábamos de andar y comenzábamos a correr. Y lo que nos salió fue un inusitado entreno que sirvió de reconocimiento de parte del recorrido, hasta la antena del kilómetro 5. Jorge sufriendo un poco pero demostrando que el Taekwondo le ha puesto en forma. Para muestra un botón:




 El regreso no lo hicimos sobre nuestros pasos, y seguimos un tramo del track hasta que que cogimos una senda de vuelta a casa. Llegamos ya anocheciendo con unos estupendos 9,3 kilómetros, que en principio fueron muy muy suaves pero que acabó siendo un entreno de esos que desaconsejan antes de competir.

Sólo nos quedó cenar, tras una merecida duchita y tras esto a descansar. En el caso de Merche no lo consiguió mucho.








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