Aquella tarde noche fuimos Merche y yo al gimnasio nuevamente. Me senté sobre la bicicleta, como últimamente acostumbro y estuve 1 hora exacta pedaleando, 12,5 kilómetros, metiendo interesantes cargas en la parte final, que me dejaron las piernas bien tiesas y calientes. Merche, a su vez, corrió 10 kilómetros sobre la cinta y lo hizo a una magnifica media.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
miércoles, 14 de febrero de 2018
MARTES 6: AL GIMNASIO Y VIENDO LLOVER
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
15:57
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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