...Y de vez en cuando nos cae del cielo un regalo en forma de sesión que disfrutamos y nos hace sentir corredor. Esta mañana me calzaba las viejas Bushido (las amarillas) y me iba ya cuando veo que Merche se me une. Le digo que simplemente voy a salir a correr un poco, que últimamente no puedo pensar en ir más allá y que ella no tiene que forzar, pero a veces los planes no salen como uno piensa. Desde el comienzo yo me siento más suelto y a ella le van las piernas, así que vamos cogiendo ritmo de forma paulatina, hacemos la subida por la vía de servicio de la AIV hasta la rotonda que sube al Cerro del Ángel y ya sé que vamos a aumentar más el ritmo. Por la vía de servicio sentido Madrid vamos metiendo cadencia y Merche responde bien, y en el 5,5 desviamos por un camino a la derecha porque no quiero forzar sus rodillas con tanto asfalto. Pero Merche, que lleva las NB Vazee Pace que tanto le está costando domar, también comienza a desenvolverse bien por el camino, así que incluso aumentamos el ritmo. Pasamos por varios caminos hasta coger el de Membrilla y en seguida tomar el camino que nos llevará al Carril del Yeso. El ritmo es tan bueno que ni me lo creo y ya por la pista lisita Merche rueda a ritmo de 10.000 o incluso más rápido, a 5´pelados y mondados. Subimos por el camino que nos lleva al de Membrilla justo donde termina (o comienza) el asfalto, y bajamos por el mismo perpetuando la cadencia, y una vez en las inmediaciones del pueblo nos vamos hacia el Sabeco y giramos hacia casa. Estupendo entreno de 15 kilómetros justos hechos en 1 hora 22 minutos, pero que si tenemos en uenta que en el kilómetro 5 llevábamos 30 minutos justos, eso nos da unos últimos 10 kilómetros hecho en 52 minutos pelados, y hechos por caminos en su mayoría.
En cuanto a mi, me sentí más suelto, casi sin molestias.
Esto le va a subir la moral, con total seguridad
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