RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 12 de octubre de 2017

LUNES 9: ESTUPENDO ENTRENAMIENTO DE INTERVAL

De allá para cuando se da una excepción en eso de los entrenos y sale una fabulosa sesión que queda para recordarse; el lunes tocó uno de esos días. Desde antes de comenzar presentí que iba a ir bien, las piernas me pedían correr y estaba motivado para realizar mi interval, así que comencé a calentar y sin apenas llevar unos metros ya deseaba comenzar a meter caña, pero esperé unos minutos para realizar el primero de los cambios. Por el Camino del Peral fui realizando los intervalos con bastante calidad y regularidad, además a un ritmo alto en la recuperación, y el único inconveniente fue que mis desgastadas zapatillas Sportiva Bushido (llevaba las viejas y no las nuevas) no agarraban convenientemente en la tierra. Crucé la Carretera de La Solana tomando hacia la escombrera, siempre disciplinado a razón de 1 minuto fuerte y un minuto y medio suave (aunque no tan suave). Regresé por el Carril del Yeso, allí donde la pendiente es benévola y me salieron aún mejores cambios en ese tramo, tanto es así que cuando alcancé el asfalto del Camino de Membrilla pude meter una marcha más y realizar unos minutos de auténtica calidad, de esos que no se dan prácticamente en ningún momento en el año. El último de los cambios fue el mejor de todos y terminé muy satisfecho. 10,7 kilómetros, de los cuales 9,6 kilometros en tramo de interval hechos éstos últimos en 43 minutos justos a poco más de 4´30´´ el kilómetros (incluyendo claro está, la parte de intervalo lento).


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