El martes sí era el día en el que corríamos juntos, y tomamos rumbo a una zona del pueblo donde no solemos patalear mucho, la del Camino de las Casas de Santa María y el Camino de Don Bernardo. Pero empezamos por el Camino del Peral y cuando llegamos al final del carril bici tomamos la senda que va por la parte alta del cementerio para luego derivar directamente a la Finca La Gatera. No iba disfrutando, como suele ocurrir últimamente los martes, me hallaba cansado. Merche tampoco iba muy bien, pero al menos no hacía mucho calor y se podía correr a gusto. No teníamos prisa y estamos casi de tapering con lo que el entreno no se hizo desagradable, eso sí en la parte final comencé a sentir cierta carga en los isquios que no me gustó, y ya hacía tiempo que esa zona no me molestaba. En cualquier caso fue poca cosa y no me preocupó mucho.
Salieron unos 11 kilómetros hechos a ritmo suave.
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