RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 14 de febrero de 2017

DOMINGO 5: LA AVENTURA MÁS FRÍA JAMÁS VIVIDA CORRIENDO. EL PADRÓN

Aquel domingo teníamos una aventurilla reservada con la compañía de algunos miembros del Extenuación Valdepeñas: había que ir a Bienservida, un pueblecito serrano de Albacete, en la zona de la Sierra del Segura, y desde allí había que hacer unos 17 kilómetros de montaña ascendiendo a los picos de El Padrón y de La Sarga. El problema fue que no era el día más idóneo, aviso naranja en la zona por fuertes vientos y lluvia y...pasó lo que tuvo que pasar... que Mercedes y un servidor entrenaron las condiciones climáticas extremas de cara a la Maratón de Castellón. Pero contemos un poco con más detenimiento:

Madrugamos, aunque me costó que Merche se levantara ya que se negaba a ir debido al viento que se podía oir claramente desde el dormitorio. Finalmente la convencí y a las 8 clavadas estábamos en el punto de partida, junto con otros 15 loc@s más. El viaje fue sin incidencias, pero cuando llegamos a la zona desde donde partiríamos se puso a llover de forma increible, tanto que se nos quitaron las ganas de salir de los coches. El caso es que tras 20 minutos tratando de decidir si esperábamos o dábamos media vuelta dejó de llover y ya no teníamos excusa...

La verdad es que no nos arrepentimos: el comienzo fue bueno, el tiempo nos había dado una tregua y el paisaje era precioso. Llegamos a una cascada y pronto nos dimos cuenta que las piedras venían a nosotros en forma de proyectiles debido al viento, así que salimos de allí rápidamente. Seguimos avanzando, llegamos hasta el Tejo milenario que hay cerca del pico de El Padrón y allí hubo que decidir quién seguía y quién no, porque hacía demasiado frio. Los que decidimos continuar pudimos disfrutar de la nieve, el granizo y un frío tremendo, pero también de una magnífica aventura. En lo alto no podíamos ni levantarnos, porque corríamos el riesgo de salir volando. Ya abajo algunos locos se fueron a subir La Sarga, 6 kilómetros planificados, pero debido al frío y que para parte de la expedición era una experiencia totalmente nueva eso de la montaña, se decidió regresar ya bajando hasta donde teníamos aparcados los coches. En la última media hora volvió a salir el sol y pudimos correr. La aventura fue, en cualquier caso, más corta de lo planificado: 10,70 kilómetros, se alargó en el tiempo y fue una buena manera de hacer "tapering" para lo de Castellón. Por cierto, los últimos kilómetros a 5´pelados con Merche, la cual disfrutó y sufrió a partes iguales del clima que nos hizo. 

He aquí algunas fotos





 

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