RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 6 de diciembre de 2016

LUNES 5: ESA ES LA SENDA QUE NO TENGO QUE ABANDONAR

El lunes me asomaba a la ventana y veía como caían unas gotas. Por un momento dudé, y no quise..., no debía pensar si quería ser disciplinado, ¡no podía torcer lo que había conseguido el fin de semana!. Así que me cambié de ropa como un autómata con un oscuro veto a pensar. Cuando salí a la calle noté las gotas frescas sobre mis brazos pero no era desagadable, más lo era el vientecillo, pero sin obstáculos no hay carrera de obstáculos...

Sin embargo se me fue instalando el buen semblante; me sentía suelto, me encontraba bien y eso no ocurre muchos días, así que comencé a verlo como siempre me gusta ver una sesión: como algo que sin ser agradable sí que se puede disfrutar. Por el Camino del Peral comencé con el interval "Don R que R" que así lo voy a bautizar: 1 minuto fuerte con 1 minuto y medio más suave, y el único inconveniente era tener que luchar un poco contra el viento, por lo demás iba contento, con buenos cambios y molestias 0. En el kilómetro 3 y poco cogí el camino que sale en oblicuo a la derecha y las regularidades del terreno hicieron que tuviera que hacer un esfuerzo extra, sobre todo durante los cambios, pero no fue muy duro. Pero lo mejor vendría a la vuelta, con pendiente a favor y sin viento, por el camino de tierra bien prensada. Hacía mucho tiempo que no me encontraba tan bien y los cambios ganaron en calidad, hasta tal punto que los intervalos de recuperación los fui haciendo más rápidos, y los fuertes también con mayor cadencia y aún así no sentí carga ni molestias. Alargué un poco el entreno al entrar al pueblo, ya que no me fui directo a casa sino que cogí la Calle Magdalena hasta la Calle Unión y desde allí hasta casa. 10,20 kilómetros estupendos, llenos de muchas cosas buenas, ¡y ahora a no dejar esta senda!

2 comentarios :

  1. Aúpa¡¡
    tu lo has dicho, a no dejar esa senda¡¡¡

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    1. Ahí sigo, a ver si por fin se rompe la dinámica del todo. Por cierto, ánimo a tu mujer, que me parece que tiene el reto de la Maratón de Sevilla, ¿cierto?

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