RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 20 de noviembre de 2016

SÁBADO 19: EL OSTEÓPATA DE MANZANARES Y 15 KILÓMETROS A 4´58´´

Ayer por la mañana Mercedes tenía su primera cita con un osteópata de Manzanares quien le iba a ver el estado de su rodilla derecha, la cual le ha impedido salir a correr desde la Doñana Trail, y ya hace 13 días de eso (tan sólo ha podido nadar y hacer elíptica). Pues bien, nos acercamos al pueblo donde trabajo Inés, Merche y yo y la sesión fue mejor de lo esperado: tras realizarle varios test el técnico le introdujo una aguja (técnica EPI) en la parte izquierda de la rodilla hasta llegar al tendón donde se inserta el músculo plopíteo, y parece ser que es ahí donde está el foco del mal; lo tiene bastante maltrecho después del trail y la teoría es que esto provoca el dolor que se irradia hacia toda la zona. Lo bueno es que en diagnóstico no hay ligamentos, cartílagos, menisco, afectados, ni descolaciones funcionales que sean tan importantes como para estar preocupados. Nos dijo que en unos días estaría para correr y que es sólo un problema múscular.

Tras llegar a casa me cambié de ropa y me fui a hacer una tirada de casi 15 kilómetros, exactamente la misma que la del sábado anterior en la que tal mal lo había pasado, y afortunadamente pude comparar a mucho mejor. Cogí un ritmo vivo pero nada exigente desde el principio, y en seguida noté soltura y molestias en la parte interna y baja del lateral de mi rodilla, como me viene ocurriendo en estos días, pero no me importó mucho y seguí con el plan establecido. Llegué al kilómetro 7 del Camino de Membrilla marcando un 34´30´´, por debajo de 5´el kilómetro, y tan sólo tenía que mantener la media de 4´55´´ que llevaba, pero al girar hacia el Hotel el Hidalgo, el viento se me puso en contra y además sabía que el regreso por la vía de servicio es bastante exigente por los repechos. Sin embargo las piernas fueron respondiendo bien, porque no es ese un ritmo en el que tenga por qué sufrir en un entreno. El regreso fue menos agradable, cierto es, y en la subida a la falda del Cerro del Ángel las piernas se cargaron bastante, cayendo un poco la media, pero luego en la bajada me recuperé bien y pude llegar a casa en 1 hora y 13 minutos largos (los últimos 500 metros me relajé bastante), y me salió una media de 4´58´´, que no está mal, para empezar.


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