Todo llega (o quizá no); este breve dicho que nace de la fijación que el ser humano tiene por amarrarse a la esperanza no siempre se cumple, pero al menos mientras estamos expectantes y atentos a que llegue ese día maravilloso no perdemos la ilusión. Muchos días demasiados..., un mogollón de tiempo anclado y ahora pienso de nuevo en aquel dicho, porque lo primero que viene es eso, la esperanza; luego tocará ponerse a la acción y ver qué ocurre.
Ayer sin embargo no fue un buen día para mi, y me sentí un tanto desgraciado, como si hubiera demasiados impedimentos, pero mejor no pensar demasiado. El trail del sábado me ha dejado tocado a nivel articular, y eso lo he comenzado a sufrir ahora, pasados algunos días, cuando las piernas se me han descargado. Tanto así que mis pretensiones para ese jueves eran sencillas, correr 10 kilómetros y medio yendo suave, y así comencé, pero hasta yendo suave me costaba. Cuando pude apretar una pizca caí totalmente en picado, con lo que tuve que volver a bajar el ritmo.
Así que resignado ya en casa, estuve estirando un buen rato tratando de no reflexionar. Ya vendrán mejores momentos
No hay comentarios :
Publicar un comentario