RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 23 de julio de 2016

VIERNES 22: OTRA VEZ HACIENDO CUESTAS

Ayer no fui capaz de madrugar. Tampoco lo tenía que hacer ya que no era día de curso por la tarde noche. Cuando regresé del trabajo de Manzanares, me cambié y me fuí a rematar la semana con un entreno que en un principio pretendía ser corto y poco intenso. Subí campo a través el Ángel, bajé por el carreterín, subí por el camino intermedio, volví a bajar, subí por el camino más empinado y de ahí para abajo. Hacia un montón de calor y fue lo peor, porque por lo demás me encontraba nuevamente cómodo y suelto, tanto es así que las bajadas las había hecho estirando zancadacomo ya no recordaba. Sirvió para sumar 8 kilómetros en una semana de buenos frutos casi 9 kilómetros.

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