RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 12 de junio de 2016

JUEVES 9: SI HE PODIDO CON EL CALOR EL MIÉRCOLES HOY TAMBIÉN PODRÉ

Trajo el Todopoderoso el calor para añadir un obstáculo más a mi complicada semana, y acepté el reto, aunque casi muero en el intento. Suerte que yo ya sé de algunas batallas y la mochila me ayuda a pasar esos trances. El jueves fue la cosa de cuestas en el puente que cruza la vía férrea cercano al trabajo. Dí algún rodeo para llegar al mismo, con unos 21 minutos de calentamiento, ¡y vaya calentamiento!, yo diría calentón. Me quité la mochila, la camiseta y dejé la botella a la sombra; tocaba hacer series subiendo el puente, seguir para bajarlo, recuperar unos segundos y repetir en sentido contrario. Eran como unos 350 metros que se hacían duros teniendo en cuenta las condiciones, pero pude con ello sobre todo apoyado por el agua, repitiendo en 8 ocasiones el proceso. Lo peor creo que fue volver corriendo hasta la bodega, con muy poca agua en unos 2 kilómetros bastante largos. Sumé 8 kilómetros en una de esas sesiones que te hacen más fuerte.


No hay comentarios :

Publicar un comentario