RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 17 de enero de 2016

MARTES 12: DAVID BOWIE SE FUE PERO CORRIÓ CONMIGO Y CON MIS NUEVAS KINVARA

La música es a mi como el árbol es al oso. Podría vivir sin ella pero no sería igual, sería en blanco y negro. Mi hijo me dice últimamente que me encanta la música antigua; realmente sólo me encanta la música, da igual si es o no vieja. Pero una canción no es más que un vehículo, una manera de expresar, y tras ella hay siempre un alma. El lunes me enteré que el autor de un montón de minutos mágicos se había ido de este mundo tras 18 meses luchando contra el cáncer. En seguida sentí frío, pero no fue una sensación desagradable, era una sensación ya sentida por mi últimamente, pero venía amplificada. La palabra "decadencia" sonaba en mi mente, también la palabra "vacío" pero en contraposición también venían a mi cabeza otras palabras como "elegancia", "genialidad", "misterio" y sobre todo "dignidad",

A todos nos llegará nuestra hora y hasta los genios vienen aquí a estar tan sólo por un tiempo; pero hay algunos seres especiales que tras su marcha dejan un gran vacío, aunque también dejan huella, una huella que se queda impresa en los demásm como si fuera un tatuaje. David Bowie se marchó de la misma forma a como vivió: libraba una batalla que ya sabía perdida y mientras tanto preparaba su último disco, su última obra, su último legado, con la única preocupación de que le diera tiempo a sacarlo a la luz antes de dejarnos; y así fue, el pasado viernes había sido publicado "Blackstar" y el lunes esta estrella brillante se apagó para siempre, aunque nos quedará mucho de él. Ahora entendemos el significado de muchas de las letras de las canciones de este su último regalo y también el color gris y tétrico que lo envuelve (echad un vistazo al vídeo y lo entenderéis).


La plenitud no se mendiga, la plenitud se gana día a día, aunque sea a través de la dignidad y la vitalidad, y si no revisad este vídeo de tan sólo hace dos años, cuando contaba con 67 años:



Por cierto, no nació con un ojo de cada color, ni era un extraterrestre, pese a que crease en lo 70 a un alter ego venido de las estrellas (el famoso Ziggy Stardust), simplemente es que cuando era adolescente su mejor amigo (que todavía lo seguía siendo en la actualidad) le propinó un puñetazo que le dejó la pupila dilatada para siempre. 

Así que David, has de saber que un insignificante mortal nacido en Valdepeñas, al que nunca conociste y que estoy seguro que no sigues desde allá arriba, sintió que esta podía ser una buena oportunidad para llevar a cabo un tonto ritual, un ritual cuyo único objetivo fuese calmar su espíritu y que de paso sirviera de tributo hacia tí. Era sencillo: correr en la fría noche tras haber cargado en el mp3 un mix de tus viejas y nuevas canciones. La casualidad también había querido que ese martes fuese día de estreno de zapas, y como por primera vez en mi vida iba a calzarme unas Saucony, pensé que al margen de este homenaje anónimo pudiera llevar a cabo también un hechizo que se basase en el deseo de que tras calzarme las Kinvara todo lo negro que he venido arrastrando desapareciera y pudiera vivir una nueva etapa renovada, como las muchas que tú viviste.  



Salgo de casa con la emoción de estar viviendo un entreno distinto: suena la primera canción "Rock and Roll Suicide", ¡vaya comienzo más significativo!. Se mueven las piernas, comienza a removerse mi alma y pienso que deben llegar las primeras esperanzas a mi corazón desesperanzado. La cintura  está ahí, sólo sirve para sostenerme y no se está quejando, las zapas son excepcionalmente cómodas y comienzo a pensar en la muerte y en todas las cosas que me queda por hacer aquí antes de que ésta llegue ...y...,  siento una voz que me llama a un metro tras de mi, pero no viene del más allá, no es Ziggy Stardust, ni tiene dos ojos de colores distintos, es Jose María Camacho, del Extenuación Valdepeñas....

¡A veces me siento tan sólo corriendo! (y más en esta etapa tan sombría) que echo en falta correr con alguien y en esta ocasión no iba a correr solo. De las mejores conversaciones, de las más afables que pueda conseguir un runner aquí en mi pueblo, salen compartiendo entreno con José María, así que en los siguientes treinta y tantos minutos, no hablé conmigo mismo, no pensé en la decrepitud humana ni en lo que una persona es capaz de influir en las demás, tan sólo charlé de temas mundanos, básicamente de running, con este buen compañero. Cuando él siguió hacia su casa y yo entré en el recinto del Parque Cervantes, pude darme cuenta de que en todo ese tiempo en el que David había pasado a un segundo plano en forma de música de fondo, las zapatillas tampoco habían hecho ruido, ninguno, tan sólo hablaban de forma contenida con una inusitada flexibilidad, comodidad y ligereza. Tras una cómoda vuelta en la que mi diablo particular llamado pubalgia siguió sin dar signos de vida, me encontré con Juan Crespo; se ve que era el día era de charlar, así que pude disfrutar de Juan durante dos vueltas más el trayecto que nos llevó hasta casa. David Bowie siguió sonando de forma excelente para dar color a esta sesión compartida. Este entreno me deja un dulce regusto a cambio: "añoro el cambio, necesito cambios", "Changes" como decía la famosa canción de..., de quien iba a ser. Quiero pensar que este martes el espíritu de Bowie corrió conmigo, espero que me haya mostrado el camino de la renovación.


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