RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 14 de enero de 2016

LUNES 11: MAGNIFICO ENTRENO DE MERCEDES. 12,5 KMS A 5´15´´ DE MEDIA Y CON CUESTAS

El domingo Merche había aprovechado la jornada dominical para ir al gimnasia y así hacer algo de elíptica y pesas. El día anterior nos habíamos enterado de que nos habían inscrito al Circuito de Carreras de Ciudad Real, por lo que ella ya tenía motivación suficiente para ponerse a tono, no tanto yo, que dudo que corra muchas carreras en el mismo. El lunes, fruto de las ganas por afrontar nuevamente ese reto, mi mujer me sorprendió al llegar al trabajo diciéndome que se iba a correr (creí que iba a descansar). Yo ya estaba vestido para ir a hacer un circuito a ritmo exigente, pero de noche y en pleno invierno, decidí irme con ella a realizar el circuito del Hotel El Hidalgo (vía de servicio de la margen derecha para volver por el de la margen contraria). Como estaba motivada decidí meterle un poco de caña; además, a ella le habían llegado sus nuevas y fragantes zapatillas, las Mizuno Wave Rider (justamente como las de la foto)













Yo, por mi parte, me había calzado las Mizuno Sayonara, por mis ganas de ir más ligero. El caso es que desde la salida, y a pesar del frío y de la cerrada noche, salimos a muy buen ritmo para las exigencias de ella. Subimos a la falda del Cerro del Ángel y la bajada fue vertiginosa; la llevaba literalmente echando la lengua, pero el ritmo tuvo su recompensa, al comprobar que íbamos a un ritmo medio inferior a 5´15´´. Llegados al pie del puente que cruza la autovía, y que marca nuestro regreso, paramos durante unos segundos y estuvimos estirando. La intención era tomarnos el resto del entreno con algo más de calma, pero pronto comenzamos nuevamente a acelerar. Además, la parte más dura, con los repechos que hay llegando a las inmediaciones del pueblo, fueron gestionadas muy bien por Mercedes. La bajada hasta casa también fue rápida y cuando paré el crono pude comprobar que está mejor que nunca: 1 hora y 5 minutos para 12 kilómetros y medio, o lo que es lo mismo, a 5´15´´. Se ve que las nuevas zapatillas le van a ir bien. Además no tuvo ningún tipo de molestias, más allá el cansancio con el que llegó a casa.



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