RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 22 de diciembre de 2015

JUEVES 17: TROTE EN PROGRESIÓN EN EL PARQUE

Sabía que la semana no iba a ser de tantos kilómetros como la anterior, en la que había conseguido acumular 94, pero para ser sinceros no me preocupaba (no me preocupa) mucho. He decidido relajarme en cuanto a la idea de entrenar para mejorar y competir mejor. Ahora la consigna es: entreno duro y ya se verá si compito. Competir no es tan importante, lo es más recuperar las sensaciones y que las molestias se vayan, algo que por otra parte es necesario para poder competir a gusto. Decidí bajar el pistón y realizar una sesión "light". Al fin y al cabo siempre viene bien realizar un trote suave y prolongado de vez en cuando para soltar. Me fui al Parque Cervantes y me lié a dar vueltas, al principio a un ritmo suave, cruzándome con algún que otro runner y tratando de no picarme (si van en sentido contrario corres el riesgo de caer en la tentación de aumentar el ritmo para tratar de cruzarte con el susodicho un poco después en la ubicación espacial). No lo conseguí y poco a poco fui aumentando mi zancada, sin llegar a forzar demasiado, y he de reconocer que conforme avanzó el entreno me fui sintiendo cada vez más cómodo y terminé a un ritmo bastante decente y sin grandes molestias. De vuelta a casa dí un rodeo para que me salieran unos 11 kilómetros que me dejaron bastante satisfecho. El día siguiente iba a descansar, así que esa semana quedaba finiquitada con un total de76,5 kilómetros que sin ser una gran cifra, al menos me permiten continuar con esa tendencia en la que trato de aumentar intensidad sin descuidar volumen todo para coger carrerilla y abandonar para siempre este periodo tan gris.


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