RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 11 de agosto de 2015

LUNES 3: ENTRE UN TAPERING QUE NO ES MIO Y UN RETO QUE SIENTO AJENO

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Hoy el mismísimo Papa me dio un consejo a través de mi canal subconsciente: "hijo mio, te voy a tener que castigar si no te centras en lo tuyo. Deja de vivir dentro de la experiencia de tu mujer". No es porque sea el Papa, pero he de decirle que no lleva razón del todo. Hay que ponerse en la piel de los demás, sobre todo en la piel de tus seres queridos; en cambio si que de ese mensaje me quedo con la filosofía de que últimamente no me siento el protagonista. Tiene su explicación: a pocos días del gran reto de Mercedes, su primera maratón, yo pareciera que estoy de tapering con ella, pero el caso es que a mi no me toca. Ella está con sus deberes hechos y yo, en cambio, no sé ni siquiera que tarea me puso el maestro, ya ni lo recuerdo. Pero soy empecinado y sabiendo que en unas semanas tendré mi tercera Madrid-Segovia, no puedo relajarme del todo, porque si no me temo que será un auténtico desastre. Por ello el lunes, en otro (y van ya muchos seguidos) de esos días asfixiantes de calor, tuve que calzarme las zapatillas e irme de noche a hacer un interval de esos de 3´fuertes-2´suaves. Ya no hablo de las molestias que últimamente se han instalado en mi pubis, en el abdominal bajo y en mis aductores, porque eso es echar más leña al fuego y no quiero encontrarme un incendio descontrolado. El calentamiento fue ligero y por suerte llevadero y los cambios no progresaron mal del todo, aunque en la parte más irregular, en cuanto a terreno, del circuito, se me hizo muy incómodo controlar el ritmo y mis pinchazos. La vuelta por la vía de servicio fue mejor, logrando coger buenas sensaciones. Otros 12,5 kilómetros que se sumaban a los del raro fin de semana (con esos 29 kilómetros decepcionantes del sábado y esos 10 kilómetros del llamémosle entreno de fuerza en la aventura del Río Tus). 




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