RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 12 de julio de 2015

JUEVES 9: CAMBIANDO DE AIRES PERO NO DE HORAS

"No dejes que te digan cómo has de actuar, no permitas que los días te los ordenen los demás y por favor, haz cambios que si no nos aburrimos"

El jueves, ¡otra vez a las tantas!, nos calzábamos las zapas mi Merche y yo. Es como si hubiésemos cogido por hábito esto de correr a unas horas tan raras y difíciles, pero quizá las únicas donde la temperatura nos da una tregua. Como buscaba cambiar un poco decidí que nos fuésemos a correr por una zona por donde no solemos ir mucho, la de la Autovía AIV pero en la zona sur. También decidí añadir otro elemento: la mochila con agua para irnos refrescarnos. La verdad es que la cosa funcionó porque por el mero hecho de transitar por otros caminos y carreteras la cosa se hizo más amena. Como la noche era verdaderamente calurosa, el hecho de ir mojándonos nos ayudó a llevarlo mejorm hasta tal punto que desde el kilómetro 4 cogimos buen ritmo y fuimos bajando claramente de 6 minutos el kilómetro. Regresamos por la vía de servicio pasando por el Polígono Entrecaminos, y de ahí a casa. 10 kilómetros y medio

Con esto habíamos finiquitado la semana: yo con unos muy buenos 103 kilómetros, cota que no alcanzaba hacía muchos meses, aunque en mi descargo he de decir que han sido muchas semanas en torno a los 90. Merche, a su vez, cerraba la semana con una muy buena cifra de 63 kilómetros, que creo que es su récord y llega justo cuando ha de llegar, a 5 semanas de su primera maratón.



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