RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 8 de abril de 2015

SÁBADO 4: SUFRIENDO UNA ESFORZADA TIRADA

Los 102 kilómetros acumulados en la semana que terminaba me habían dejado un regusto dulce, ya que además este aumento de kilometraje venía tras una semana previa que había resultado floja en cuanto a acumulación: unos 75; aunque si algo he conseguido en este nuevo año es ser regular clavando semana tras semana los 90, salvo en un par de excepciones, una de ellas la ya comentada. Ahora bien, superar los 100 kilómetros no es uun hito que sea desconocido para mi, ya que en muchas otras ocasiones he superado hasta los 105. El día estuvo caracterizado por la vuelta en coche de nuestras minivacaciones en Calpe, y durante todo el viaje iba pensando en la obligación de tener que realizar "la tirada de los sábados".  Eso justamente fue lo que ocurrió: a las 19 horas salía a correr con una temperatura que rozaba el calorcillo, 23 grados. Desde el comienzo con ritmo alegre, sin Garmin, sin crono ni tan siquiera, sin ganas de medirme, pero obligado a meter ritmo. Los excesos de Calpe se dejaron notar y es que suelto lo que se dice suelto no iba, pero como mi estado de forma es bastante bueno no me costó mantener la cadencia. Ya en mitad de la sesión noté los efectos del calor, pero esto también hay que entrenarlo ya que con un poco de mala suerte nos tocará correr en Helsinki con más de 20 grados. Lo que aún no sé es como podré entrenar en Valdepeñas en julio de forma intensiva cuando durante el día se alcanzan los 40 grados en un montón de ocasiones. La última parte se me hizo un poco pesada pero finalmente pude completar los algo menos de 21 kilómetros en un tiempo que no sabría concretar pero que creo que rondó el 01:36 a juzgar por mi hora de llegada según el reloj de la cocina. Tuve que emplearme a fondo en mis ejercicios de estiramientos para lograr descargar un poco, de hecho este entreno me ha pasado factura todos estos días, no sé si como algo bueno propio de una correcta asimilación y adaptación o como una simple y llana queja de mi cuerpo ante la dureza de la sesión.


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