RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 21 de marzo de 2015

ADIÓS MIS QUERIDAS ZAPAS VIEJAS

Mis queridas zapas viejas

No sabría por donde empezar a escribir estas líneas que suenan a inevitable y dolorosa despedida. Habéis sido como esa novia fea a la que cuesta mirar a la cara y que ese novio desalmado abandona por ser un vil cobarde; esa chica paciente que le espera varios años arrinconada en un lugar oscuro y húmedo hasta que transcurrido demasiado tiempo él la llama en un momento de desesperación y soledad, todo para comprobar que ella vuelve presta y desprendida a reclamo tan esperado. Ese chico que no muestra arrepentimiento y que siente que el regreso es una segunda oportunidad con su exnovia poco agraciada, ¡ay de él que aún no ha aprendido a ver en ella que es la bondad hecha alma, la comprensión hecha persona, pero es la ley del envoltorio el que rige su vida y lo que ella tiene por fuera desagrada hasta al más pintado. Sin embargo sabio es el tiempo que habla a favor de los justos y él la lección  aprende con letra en sangre: lentamente y sin darse cuenta descubre cuan equivocado estaba al dejarla sola, sufre al entender cuanto habrá penado ella en su deshaucio, atina a pensar que ella se rebajó y hasta se equivocó al volver con él porque no se merece estar con alma tan vacía; pero queridos amigos, visto desde fuera nada mejor pudo ocurrir al hecho de que ambos volvieran a unirse para compartir estos meses intensos que han vivido. En esta nueva prueba vital no ha habido uso ni abuso, tan sólo fue creciendo el amor y el disfrute, él aprendió a mirar de dentro hacia fuera, y ya no vio más que algo bello ante sí; aquella dulce mujer aprendió a sentirse amada por primera y última vez en su extraña vida. Ahora ella se va para hacer un largo viaje a la nada; no puede desprenderse del billete que compró en contraprestación a tanto amor dado y que tiene por deterioro su precio. Él llora porque su hueco quedará siempre vacio y no habrá mujer más guapa, con mejor color de cara, más esbelta, más lozana, ya no habrá mujer en este mundo que se dé como esa dama, que ría como ella rió, que encaje como ella encajó, con sus visibles defectos pero sobre todo con su generosidad inundándolo todo. Ella le salvó la vida y él muere un poco tras comprobar el deceso mutuo. Pero todo ocurrió con buen fin, no fue en vano, la humedad y la oscuridad desaparecieron y la soledad formará parte del pasado, quedando siempre el recuerdo. Adiós..., queridas zapas, ya no encuentro un modelo como este en internet. No me extraña, transcurrió demasiado tiempo allí escondidas y olvidadas, tanto que el fabricante os descatalogó. Lástima que no me diera cuenta antes de que eráis un buen modelo y que había que tener paciencia con vosotras.





2 comentarios :

  1. Genial epitafio, aunque no esté escrito en verso..jeje.espero encuentres sustituta (zapas).Un abrazo

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    1. Gracias Juan Carlos, en ello estoy porque sé con qué correré en Helsinki pero necesito zapatillas de batalla y mi nueva forma de correr me dice que no tienen que ser muy amortiguadas pero si flexibles. No encuentro lo que busco. Espero que todo vaya bien de cara a tu preparación para la Mapoma

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