RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 2 de enero de 2015

LUNES 29: CIRCUITÍN A RITMO MODERADO

En este primer mesociclo de mi plan tengo que acumular kilómetros en muchas ocasiones a un ritmo 1,25-1,4 del ritmo objetivo para la maratón que espero que esté en 4´10´´. Eso supone que tengo que rodar bastante a 5´12´´-5´50´´, que sé que es un ritmo lento pero que en estas semanas me debería servir de base para lo que vendrá después.

La pierna me había dado un pequeño respiro el domingo y me lo volvió a dar el lunes, cuando salí de noche, tras un día entero trabajando en la buhardilla (estaba de vacaciones en mi trabajo de Manzanares pero no así en mi trabajo como autónomo). Hacía mucho frío, de hecho se preveía que se alcanzase esa madrugada los 7 grados bajo cero como de hecho así fue, pero como iba bien arropado pronto me puse a disfrutar. Subí por el camino donde está la pequeña pista de vuelo (que se usa para hacer aeromodelismo), y fui al Camino de Membrilla para coger el camino que pasa por detrás de los Cerros de la Aguzadera, regresé por la vía de servicio y llegué a la Avenida de las Tinajas para ir luego al Parque Cervantes y sin entrar en el recinto ir a casa. Al final 57 minutos y 10300 metros. 

Con este entreno acumulaba mi undécima sesión consecutiva, con un doblaje por medio. He podido comprobar con el tiempo que meter pocos o casi ningún descanso total le viene bien a mi organismo. Eso sí, hay que intercalarlo con sesiones suavitas que permitan dar un respiro a mis piernas.

Ahora venía lo más difícil para mi plan: viaje de madrugada a Cinctorres, Castellón para celebrar la Nochevieja allí. Si lo sabía hacer bien podría disfrutar de un par de días en familia sin descuidar me preparación.


No hay comentarios :

Publicar un comentario