RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 14 de enero de 2015

LUNES 12: EXCELENTE SESIÓN DE INTERVAL

El lunes es el día elegido para hacer calidad en este mesociclo inicial de preparación a la Maratón de Helsinki. Y tratando de ser fiel a lo escrito en el papel (mejor a lo plasmado en el plan en excel), tras la jornada de trabajo y otra noche más que se mostraba fresquita, me puse pantalón corto (nada de mallas) y camiseta térmica más otra funda de manga larga. El plan decía: 20´de calentamiento + intervalos a ritmo objetivo (4´10´´) durante 3´ alternando intervalos a 1,3 del ritmo objetivo (5´25´´) durante 2´, así durante 35´y luego descalentamiento de 10´.

Me había preparado un circuito de unos 13 kilómetros, en el que pasaría por el Paraje del Peral para regresar por el camino del mismo nombre. 

Así que esperanzado por mi nuevo renacer e ilusionado con la estrella brillante de que la nueva técnica de carrera aplicada siguiese dando sus frutos salí de casa garmin en muñeca, vigilando ritmos. El primer kilómetro me sorprendió negativamente, en 5´40´´, si bien estaba calentando, así que metí un poco más de ritmo y ya me comencé a acercar a los 5´por kilómetro. Tras dejar la Carretera de San Carlos del Valle, cogí el camino que sube hacia el paraje mencionado y ahí tiré de ritmo sin muchas dificultades. En cualquier caso llegó el minuto 20´y decidí seguir calentando y posponer el inicio del interval al 25´, y llegado ese momento empecé con los cambios. El primero fue bien, con bastante soltura, pero aún picaba hacia arriba, el segundo ya me pillo con poca pendiente y fue más rápido que el anterior, y en las inmediaciones del Peral fue donde el ritmo empezó a ser interesante: comencé a moverme en una media total por kilómetro por debajo de 4´30´´ (en la cual se incluía los 2 minutos lentos). De los isquios ni noticias, como en todos estos últimos días, y lo peor la dificultad para mantener la postura, a la cual todavía no me he adaptado 100%. Llegaron las cuestas de la zona del inicio del Camino del Peral y las capeé perfectamente, y lo mejor vino desde ahí hasta casa, en un ritmo que estoy seguro que se me iba por debajo de 4´ en los cambios, como luego he comprobado en la gráfica, y unas medias kilométricas que estaban siempre en torno a 4´20´´. Llegué a casa bastante fresco en 1 hora y 2 minutos, con una media final total de 4´50´´ en la que se incluye el calentamiento de 25´. Estos fueron los tiempos:







Y estos los ritmos óptimos en cada kilómetro:


Y este el recorrido:







Para finalizar, una buena sesión de estiramientos y una gran satisfacción para el cuerpo.

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