RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 28 de noviembre de 2014

MARTES 25: LAS GRADAS OLVIDADAS COMO TRABAJO DE FUERZA

Me he propuesto realizar en este mesociclo de un plan que no está establecido trabajo de fuerza. Por ello y de nuevo antes de la cena, me dirigí al Cerro del Ángel por el carreterín y una vez llegado a la falda del mismo bajé por la vía de servicio de la AIV hasta llegar al Parque Cervantes. Una vez allí hice 10 series de gradas hasta comprobar que mis piernas se cargaban lo suficiente como para decidir parar, dar dos vueltas al recinto a buen ritmo y volver a casa. Entreno encuadrado en esta serie de entrenos en los que pretendo trabajar la fuerza por eso de que si lo que me está fallando es el músculo y no las pulsaciones, quizá sea el momento de mejorar mi tren inferior. Satisfecho con este entreno que me dejó buenas sensaciones en mis piernas en las horas siguientes. Unos 9 kilómetros bien empleados.

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