El miércoles era en teoría el penúltimo entreno de la semana, queriendo dejar un "resto" para el jueves, descansar el viernes y acometer la maratón de montaña del sábado con el máximo de ilusión. Salí después de cenar, en un acto que se está repitiendo un montón de veces este verano. La idea era ir a hacer unas pocas cuestas en el Cerro del Ángel y luego realizar el circuito de los cerros de detrás. Eso hice, subí por la cara sur, luego bajé por la carretera y en el camino empinado de la cara norte hice un par de series lo más ligeras posibles. Bajé y me fui a realizar el mencionado circuito, sin muchas prisas, pero ya en el regreso comencé a apretar para medir un poco las piernas y me encontré bien. Me salieron unos 12 kilómetros bien empleados con los que cierro la semana ya que decidí descansar también el jueves.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
viernes, 8 de agosto de 2014
MIÉRCOLES 6: REMATANDO CON UN POCO DE CUESTAS
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
20:26
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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