RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 5 de julio de 2014

LUNES 30: EL INTERVAL QUE SIEMPRE CUESTA

Si estuviese preparando una maratón vería con mejores ojos las sesiones de interval en las que uno se deja la piel por los caminos en sesiones que sobrepasan los 70 minutos. pero lo que realmente cuesta es afrontar un entreno de este tipo cuando lo que te estás preparando es una prueba de ultrafondo. He optado por realizar este tipo de sesiones con la teoría de que este topo de sesión de calidad me vendrá bien para afrontar el reto, espero no equivocarme. Así que tras salir del trabajo y con un calor horrible, me fui por el camino que lleva a San Carlos del Valle, y a partir del minuto 25 comencé a realizar cambios de 4 minutos con intervalos más suaves de 3 minutos. Aunque el comienzo costó un poco, comencé a sentirme bien y fui avanzando en la sesión con bastante satisfacción. Sin embargo, ya en los últimos cambios, fueron un total de siete, el isquio de la pierna derecha comenzó a cargarse un poco, nada importante, porque es una sensación que tengo controlada. Esto no me impidió bajar el ritmo del entreno, pero si me impidió disfrutar un poco más del mismo. Al final pude hacer los 12.500 metros previstos en 1 hora y 4 minutos, lo cual está bastante bien teniendo en cuenta que el calentamiento había sido a ritmo suave.


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