Quería comenzar mi nuevo plan con ambición, pero ya desde la mañana del martes me levanté cansado (estamos a miércoles y me siento igual). La idea era entrenar al mediodía en Manzanares y luego hacer lo propio por la tarde con Merche. Salí sin ganas del polígono, para realizar un entreno de algo menos de 10 kilómetros, que no me apetecía nada. Necesité más de 25 minutos de sesión para desperezarme porque cada zancada costaba un mundo, pero fue ya en el camino de regreso donde recuperé sensaciones y pude completar unos 55 minutos de entreno terminados a buen ritmo.
Tenía claro que no me apetecía nada volver a correr cuatro horas después, y de hecho eso hice, no correr.
No hay comentarios :
Publicar un comentario