RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 13 de mayo de 2014

DOMINGO 11: TIRADA LARGA PREPARATORIA PARA LA QUIJOTE LEGEND CON BILIS INCLUIDA

Ya que el sábado de la semana anterior había disputado oficiamente mi primer trail, el domingo tocaba salir a realizar una tirada larga, bastante larga, concretamente de 32,5 kilómetros, incorporando camelbak con agua hasta arriba y algunas barritas energéticas entre otras cosas. Salí por el Camino de Membrilla con una ruta prefijada: alcanzar "Consolación" a casi 14 kilómetros de Valdepeñas en la Autovía AIV. El ritmo propuesto era bastante más vivo que el de la preparación del verano pasado para la Madrid-Segovia, pensando en que ir a 6´15´´ me enlentece demasiado. Así que fui cogiendo una media claramente por debajo de 5´30´´, y que fue bajando poco a poco, haciendo paraciales de 5´pelados, lo cual no está mal teniendo en cuenta el peso extra, las zapatillas, el camino y el calor. Llegué a las puertas del núcleo urbano de esta pedanía de Valdepeñas y regresé por un camino que enfilaba entre la autovía y la Carretera de Daimiel, acercándose poco a poco a ésta última para luego hacer un rombo y pasar a acercarse a la autovía. Fue a la vuelta cuando las sensaciones dejaron de ser tan buenas. Me había comido una barrita energética en el 8 y de nuevo me había comido otra en el 16 y no sé si esto último fue lo que desencadenó el problema posterior. Comentar que en el 5 me había tomado también una pastilla de potasio disuelta en agua. Dejé de ir redondo y pasé a ir molesto, y a pesar de ello iba clavando los parciales entre 5´10´´ y 5´15´´ sin costarme excesivo trabajo. Llegué al camino que lleva al Hotel Hidalgo y allí tenía planificado ir hacia la Carretera de Daimiel, atravesarla para luego volver por otro camino hasta casa, pero cambié de idea debido a que comenzaba a encontrarme mal. Tanto fue así que antes de llegar a la zona del mencionado hotel decidí parar, corté el Garmin, estiré y volví a salir corriendo a un ritmo ya más pausado; me quedaban unos 7 kilómetros y aunque de piernas iba bien, había algo que no funcionaba. El estómago me molestaba una barbaridad y me dejaba sin fuerzas, apeteciéndome dejar de correr. Aún así estuve en marcha otros dos kilómetros hasta que en la vía de servicio de la AIV decidí parar y andar, algo extraño en un entreno. Pensé que sería bueno entrenar esto también, pero en el fondo lo hice porque me estaba costando horrores correr. Ni andando se me consoló el estomago, y aunque en algún tramo corrí un poco, lo que estaba deseando era llegar a casa como fuera. Cuando alcancé la Avenida de las Tinajas el estómago me dijo basta y eché la bilis, no mucho más porque no había comido mucho sólido. Al instante me sentí mejor y terminé corriendo, ya con otra compostura, el kilómetro y medio que me quedaba.

Total 30,5 kilómetros, en los que los 23,5 kilómetros fueron medidos a 5´18´´ y esa es la conclusión positiva que saco del entreno.

Comentar que por la tarde fuimos toda la familia al parque y allí Merche y yo hicimos otro par de kilómetros descalentando. Las piernas me iban genial, sin molestias.


3 comentarios :

  1. Un contratiempo sin mayor importancia, a veces el estomago protesta. Gran entreno, a un ritmo muy elevado.

    Un abrazo, Emilio Díaz.

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    1. Eso fue Emilio. ¿qué tal llevas tu preparación?. Ahora me paso por tu blog, que tengo un hueco

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    2. Va bien, estoy haciendo sesiones largas de entrenamiento; acabo de llegara de realizar 32 km por la sierra de Madrid; arrastro algun problemilla con el tendón de Aquiles de la pierna derecha.

      Un abrazo, Emilio Díaz.

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