El miércoles estaba marcado en el calendario como un día suave de entreno, pero había que meter algo de cuestas. Con las buenas noches que están haciendo no se hace tan duro ponerse a correr, así que con bastante motivación me dirigí al Cerro del Ángel, dando un rodeo por los caminos que apuntan al Noreste de Valdepeñas. Después rodeo los Cerros de la Aguzadera y regresé por la vía de servicio de la AIV de forma que al llegar al pie del Cerro del Ángel comencé a subir y en seguida enfile por el camino campo a través de poco más de 200 metros, que con un desnivel del 18% lleva prácticamente hasta arriba. Lo subí de puntillas tres veces y tuve especialmente cuidado en la bajada para no tener sustos indeseados. De regreso a casa lo que hice fue descalentar y realizar muchos ejercicios de carrera y tobillos. Acabé satisfecho con los aproximadamente 12,5 kilómetros hechos. Llegado a casa me dediqué a conciencia a estirar, para no caer en el error de no dedicar el suficiente tiempo a estos ejercicios que tanto nos ayudan a no lesionarnos.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
jueves, 9 de enero de 2014
MIÉRCOLES 8: TIRADILLA Y CUESTAS AL 18%
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
22:27
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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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Javier, buen entrenamiento, parece que la normalidad esta regresando, lo que es para alegrarse.
ResponderEliminarUn abrazo, Emilio.
Con un poco de suerte podemos rendir como Dios manda en Sevilla y disfrutar la maratón. Si llegamos los dos con fuerzas al final te invitó a comer, ¿hecho?
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