Hoy por la tarde, tras esperar el regreso de mi mujer y Jorge, que fueron a correr, me calcé las zapatillas, me puse una camiseta interior y guantes, e incluso el frontal, intuyendo que se me iba a hacer de noche, como así fue. Comencé como últimamente, lleno de dudas por las sensaciones que me va dando mi pierna, pero salí más ligero que en estos primeros días de vuelta a los entrenos. La sensación era extraña, pero no dolorosa, por lo que podía mantener un ritmo de alrededor de 5´45´´, en algunas ocasiones algo más rápido. El caso es que me dirigí a Las Aguas y justo cuando llevaba unos 30´ comencé a olvidarme de la pierna, señal de que hoy estaba experimentando cierta mejoría. Del Paraje de las Aguas al Paraje del Peral, mejor la pierna pero yo algo pesado, y eso que iba suave. Ya en El Peral tocó encender el frontal y el resto del camino fue aún mejor en cuanto a la pierna se refiere pero peor por otras molestias que me surgieron ya en la última parte (me comenzó a doler la planta del pie izquierdo, y un poco el tibial de la pierna derecha), y es que cada vez estoy más convencido de que me han echado el mal de ojo. En cualquier caso terminé contento porque al llegar a casa estiré divinamente y los isquios estaban casi como si no estuviera saliendo de una microrotura.
Mañana nos vamos a Salamanca, en la frontera con Portugal y a orillas del Duero. Allí podremos disfrutar corriendo, estoy seguro. Y el miércoles estaremos de vuelta. A ver qué tal se da.
Buena sesión Javier, ¡hay que continuar!.
ResponderEliminarGracias Emilio. Estoy deseando pasar esta lesión
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