RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 6 de julio de 2013

SÁBADO 6: TIRADA LARGA Y PROBANDO CON EL CALOR

Hoy ha sido un ensayo. Salí a las 10:30, demasiado tarde porque ya estaríamos a 27 grados, y no me importó enfrentarme a lo que me esperaba, porque de aquí a no mucho, tendré ante mi un reto con letras mayúsculas: 101 kilómetros en pleno mes de septiembre, por lo que más vale que me vaya habituando. La idea era otra: quería hacer unos 24 kilómetros, subiendo el Cerro del Ángel campo a través y luego yendo al Cerro del Peral y hacer casi una subida completa, pero debido a las horas y al calor tuve que desistir, bajando el nivel de exigencia a algo más sencillo. En cualquier caso las sensaciones no fueron malas, y me fui moviendo a un ritmo cada vez más cercano a los 5. Eso sí, cuando pasé por la cañada del Peral no pude resistirme y tuve que parar para refrescarme, por lo que bajé entre la maleza e hice lo propio, no sin antes mojar bien la gorra y echármela encima. El caso es que ya estaríamos a 31 grados y descubrí que cada 10 o 15 minutos el cuerpo me iría pidiendo refrescarme. Por ello hice lo propio en el Paraje del Peral y unos minutos después en al Paraje de las Aguas. Desde allí regresé a casa por un camino que me acabó derivando al Camino del Peral y ya en el carril bici, volví a mojarme con las fuentes que allí hay. Los últimos kilómetros los hice en 4´45´´ aproximadamente y las sensaciones no fueron malas. 18.700 metros en 1 hora y 36 minutos.




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