RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 16 de abril de 2013

50 IDEAS SOBRE LA MARATÓN

Me vais a permitir que vuelva a dedicar una entrada a ideas sobre la maratón, para quien las quiera tener en cuenta, y por supuesto, totalmente puntualizables, viniendo bien que hagáis sugerencias, aportaciones, que digáis si no estáis de acuerdo en alguna, etc. Desde luego, algo hemos ganado desde la última vez que introduje una entrada como esta: he sumado tres maratones más, y es que han sido cuatro maratones en 9 meses.

Además voy a realizar un ejercicio de no recopilación de forma que no voy a fijarme en las ideas que en su día plasmé, comenzando de cero.

Estas podrían ser las ideas sobre la maratón:
  1. Combustible: esta carrera es una cuestión de combustible, sabiendo que con casi toda probabilidad se nos terminará durante la carrera. Ese combustible se llama glucógeno, y el glucógeno está almacenado en el hígado y en los músculos. El óptimo almacenamiento de glucógeno y el óptimo gasto se entrena. Gastar innecesariamente se paga (ojo con los cambios de ritmo y con la gestión de las cuestas). Más vale que salgamos bien repletos tras habernos inflado de hidratos de carbono. Por último, cuando nos quedamos solos con nuestras grasas, hay que saber sufrir y afrontar la carrera. 
  2. Lo importante no es como comienza sino como acaba: es tan larga "que hasta el rabo todo es toro".Puedes haber ido cumpliendo tu objetivo durante los primeros 39 kilómetros y en los últimos tres venirte abajo y, o no cumplirlo o ni siquiera terminar la carrera. Por ello es importante no "quemar las naves por anticipado" porque lo más probable es que lo terminemos pagando al final. Se dice que hasta el 32 se calienta y a partir de ahí es cuando se comienza a correr. Yo diría que si acabas con fuerzas serás capaz de mantener el ritmo o que al menos éste no decaiga mucho, pero si llegas sin fuerzas puede que todo se vaya al traste.
  3. Preparación: si no estás preparado para la maratón lo más seguro es que sufras durante gran parte de la carrera. Si lo estás es probable que en algún momento lo pases mal, pero disfrutarás gran parte del evento.
  4. Ritmo: es una cuestión de ritmo. Puedes ir siempre al mismo ritmo, puedes ir de menos a más o de más a menos, pero si te pasas de "tu ritmo" pagarás el peaje.
  5. Hidratación: aunque no haga calor es necesario hidratarse, porque es necesario mantener la densidad de la sangre. Si hace calor es doblemente necesario, porque de no hacerlo podríamos tener grandes problemas. Lo ideal es beber agua o isotónica en pequeños sorbos cada pocos kilómetros.
  6. Comida durante la carrera: hay quién no come, hay quién como yo como todo lo que puede. Lo importante es saber lo que nos va bien. Cierto es que lo que ingiramos de sólido durante la carrera no nos servirá para mucho porque no dará tiempo a absorberlo. En cualquier caso, por mi experiencia, a mi me va bien la naranja y el plátano entre el 15 y el 30.
  7. Comida antes de la carrera: mucho hay escrito sobre esto. La semana de antes, y sobre todo los tres días anteriores es conveniente comer muchos hidratos para llenar nuestro almacén. Ojo con las comidas indigestas o un desayuno demasiado copioso sin haber dado tiempo a realizar la digestión. Ojo también con comer en el desayuno aquello que tienda a no sentarnos bien.
  8. Zapatillas: no se debería experimentar. Si sabemos cuáles son las zapatillas que nos van bien, lo mejor es no hacer probaturas. No experimentar con nuevas zapatillas que no hayamos probado previamente  al menos en medias maratones. Por supuesto, no comprar las zapatillas en la feria del corredor del día antes. Lo ideal podría ser unas zapatillas con unos 40-80 kilómetros, es decir, nuevas pero ya usadas y domadas. Huelga decir que las zapatillas dependerán de nuestro peso, nuestra pisada, nuestro ritmo, etc. De eso también hay mucho escrito. No me atrevería a aconsejar no correr con unas zapatillas minimalistas: si te van bien, ¿por qué no?
  9. Dormir la noche de antes: ¡qué fácil se dice y qué difícil se consigue!. Para mi es muy importante haber descansado la noche antes, pero hay gente que con haberse echado una buena siesta ya tiene suficiente aunque no consigan dormir mucho. En mi caso no conseguí descansar más de 3 horas en mis tres primeras maratones, y en la cuarta descansé como un bebe y fue en la que mejor resultado obtuve. Para descansar bien tuve que cansarme andando el día anterior, y eso también se dice que no es bueno.
  10. El clima: es fundamental. Ojo si hace calor o hace humedad, o las dos. No deberíamos pretender correr con la misma ambición ante condiciones perfectas que si tenemos que padecer 30 grados o una alta humedad. Los buenos maratonianos tienen bien aprendidas esas lecciones y saben gestionar estas situaciones.
  11. Una maratón no son dos medias maratones: hay quien piensa que esa fórmula matemática funciona, pero no es así. Por ejemplo, hay corredores con 1 hora 20 minutos en media maratón no son capaces de bajar de 3 horas en la maratón a pesar de que en la teoría podrían, pero la maratón es una carrera especial que no se parece mucho a la casuística de una media. Por ejemplo, yo en las medias, si no hace calor, no pruebo ni agua, pero eso sería impensable en una maratón. Además, como decía en el punto 1, una maratón es una cuestión de reservas de combustible, en una media lo más probable es que no se te agoten las mismas.
  12. Base muscular: afrontar 42 kilómetros requiere muchas cualidades, pero una de ellas es tener una buena base muscular, sobre todo en las extremidades inferiores, con garantías para poder afrontar un trabajo tan prolongado. Por ello es importante trabajar este aspecto en el gimnasio, con pesas, con gomas, con cuestas, etc.
  13. El currículum no cuenta tanto: cada maratón puede ser una sorpresa, por ello no sirve tanto cuantas has corrido. Es decir, no por haber corrido muchas puedes estar seguro de lo que te vas a encontrar. Más al contrario, los buenos maratonianos suelen ser los que más respetan la maratón porque la conocen bien.
  14. La primera maratón: es el evento perfecto para disfrutar y no para pensar en marcas. Ya habrá tiempo de pensar en ello. Sólo cuando se conoce qué es una maratón se siente uno más cómodo pensando en bajar sus registros.
  15. La maratón a tope: no todos los que disputan una maratón la corren "a tope". La diferencia es fundamental; cuando se corre una maratón al límite, todo es más complicado. Si se corre al 70-80% los riesgos disminuyen y no tiene nada que ver.
  16. ¿Cuántas maratones puedo correr en un año?: difícil contestar esta pregunta. Muchos dicen que dos, una en primavera y otra en otoño. Hay quien dice que se pueden correr dos por cada planificación, saliendo cuatro maratones anuales. Aún así, hay quien corre un montón de maratones, hasta una diaria, pero no lo hacen a tope. Bajo mi punto de vista, para sacar el máximo rendimiento se pueden hacer dos por planificación, sobre todo si es una de ellas donde echamos el resto.
  17. Tiradas muy largas en la preparación: pues depende. Cuánto más tiempo nos pasamos corriendo de seguido en los entrenos, obviamente mayor es el riesgo de problemas y lesiones. Tampoco podemos compararnos con los maratonianos de élite porque ellos hacen 30 kilómetros en 1 hora y media, y un corredor medio necesita hacerlo en 2 horas y cuarto. No es lo mismo correr 1 hora y media que más de dos horas. Por lo tanto, aquí hay que ver que no todo el mundo es igual. En mi caso no me gusta hacer más de 2 horas en mis tiradas largas, prefiriendo doblar para evitar correr tanto de seguido. Hay quien hace tiradas de hasta 35 kilómetros y les va bien. Yo, no lo haría.
  18. Series sí, series no: dependerá de la marca que busquemos. Si nuestro propósito es bajar de 3 horas, es difícil una preparación sin introducir entrenos de calidad, porque sin éstos es complicado la mejora continuada. En mi caso no me gusta hacer series estresándome con el crono, y trato de ver éstas como una oportunidad para exprimir ritmos fuertes, alternándonos con otros ritmos más lentos, es decir, cada vez me gusta más utilizar interval o fartlek que series al uso.
  19. Kilómetros acumulados semanales: en nuestro pico de carga necesitaremos acumular un determinado acumulado de kilometraje que dependerá de la marca que persigamos. Para bajar de 3 horas no puede ser igual que para bajar de 4 horas. En mi caso, para bajar de 3 horas llegué a hacer hasta 110 kilómetros en las semanas de más carga. Esta cuestión es muy importante en la preparación.
  20. Rodajes muy suaves: en mi caso son muy importantes, ya que su realización conlleva acostumbrar al organismo a una mayor quema de grasas en detrimento de glucógeno. De esta forma se optimiza el gasto de glucógeno. Además, también se aumenta el tamaño de nuestro almacén.
  21. Duración del plan específico: antes de una maratón conviene haber realizado un plan específico, que los expertos estiman que debería durar entre 14 y 16 semanas. La carga kilométrica semanal tendría un comportamiento como el de la campana de Gauss, es decir, in crescendo llegar al máximo y en las últimas semanas bajar.
  22. Motivándome: se hace complicado afrontar las planificaciones sin buscar motivación para seguir en la pomada. Hay varias formas de buscar la misma: la gente que te rodea es siempre un acicate; plantearte nuevos retos y contarlos; tener un mecanismo de comunicación de los mismos tales como un blog. Se podría decir que la secuencia es: reto-comunicación del mismo-retroalimentación.
  23. Correr solo o correr en grupo: en la preparación hay quien afronta el reto en solitario y hay quien lo afronta en grupo. Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Si corres solo habitualmente, en la competición tienes un plus de motivación y aprendes a afrontar las carreras cuando te toca ir solo en la maratón. Si corres habitualmente en grupo la propia competencia motiva y todo tiende a ser más fácil. Ojo en este último caso con el riesgo de sobre-entrenamiento. Si hablamos de la carrera en sí, yo prefiero, ¿y quién no?, correr en grupo y cuántos más maratonianos te encuentres durante la carrera, mejor. Esto permite coger y mantener ritmos, cubrirse ante el viento, y ayuda a llevar mejor el sufrimiento. Además, cuando uno va de menos a más, tiendes a "cazar" a los de delante y eso es un extra de motivación. El problema es cuando ocurre lo contrario, cuando vas de más a menos y te comienzan a pasar.
  24. Yo y mi mente: llegará un momento en el que el maratoniano se enfrente al dolor y sea un pulso contra uno mismo. En este sentido el saber gestionar estas situaciones puede suponer el reponerse y mantener el ritmo o hundirse definitivamente. En muchas ocasiones vienen malos momentos que tal y como vienen se van, en otras ocasiones es cuestión de aguantar si queda poco. El umbral de sufrimiento es importante en este sentido y la fortaleza mental es tu aliado.
  25. Estudiar el recorrido: para los metódicos ya tenemos algo ganado. Es importante estudiar el recorrido y la altimetría, de forma que podamos montar nuestra estrategia. Habrá partes del recorrido que sean más duras, menos animadas por haber menos gente, o más expuestas al viento. Tener bien memorizado el mismo y tener en cuenta las partes díficiles nos debería ayudar a acometer la carrera.
  26. ¿Con o sin pace maker?: si queremos bajar nuestra marca podemos plantear nuestra estrategia utilizando a los que se les llama comúnmente "globos" o "pace makers" que no son ni más ni menos que  aquellos corredores que se dedican a llevar un ritmo para realizar un determinado tiempo y de esta forma ayudar a los demás. Todo corredor que quiere conseguir esa marca, puede ir con el "globo" para que le resulte más fácil. Como todo en esta vida, esto tiene ventajas e inconvenientes. Suele haber globos para las 3 horas, las 3 horas 15 y así hasta incluso las 5 horas. Pero, ojo, los globos son personas y también se equivocan; a veces no llevan un ritmo constante y a veces resulta incómodo correr con ellos. En otras ocasiones son la ayuda perfecta para conseguir tu objetivo. En mi caso, yo conseguí bajar de las 3 horas yendo con los pace makers, pero en los últimos kilómetros dejaron un poco "a su amor" a todos los corredores que íbamos con ellos. 
  27. ¿Cómo mido el riesgo de lesión?: sin duda, uno de los mayores enemigos del corredor de maratón es el riesgo a lesionarse. Fastidia mucho cuando uno se lesiona a dos semanas de la maratón. Bajo mi punto de vista, la única manera de minimizar estos riesgos es ser muy concienzudo, no ser impetuosos en los entrenos, estirar mucho, y escuchar mucho a su cuerpo. Aún así, el riesgo está ahí. Ojo, los días antes de la maratón suele haber muchos miedos a la lesión y salen dolores por todos los sitios. Es paradójico que luego en carrera suele doler todo menos aquello que temíamos que nos iba a doler. Otra cuestión es el riesgo de lesionarnos durante la maratón; ese riesgo es inevitable, y depende mucho de si vamos a tope, de cuestiones como la hidratación y otros factores como nuestra preparación, la climatología, etc.
  28. Ojo con los acelerones en carrera: cuidado con los acelerones y los cambios de ritmo en carrera. Se suele pagar peaje por ellos, pero más adelante. Independientemente de que planteemos una estrategia de ritmo constante o de menos a más, es fundamental no realizar cambios de ritmo bruscos, porque minan nuestras reservas de combustible. Tened en cuenta que a ritmo constante, conforme avanza la carrera, las pulsaciones tienden a ir incrementándose poco a poco, y un cambio de ritmo supone un aumento más brusco de las mismas, gasto innecesario y acumulación, en muchas ocasiones, de lactato extra en nuestros músculos.
  29. El apoyo de los tuyos: está claro que la mayoría de nosotros corremos sin ser profesionales, y sacamos tiempo de donde podemos, restándoselo a nuestra familia, a otros hobbies e incluso a horas de sueño. Hacer esto sin el apoyo de tu familia es difícil. Por mi experiencia, mi mujer siempre ha estado ahí apoyando, consciente de mi sacrificio y del gran inconveniente que mis retos suponen para la familia. Pero además, ha estado ahí en los momentos difíciles animándome a seguir intentándolo, y también en los momentos dulces compartiendo conmigo la satisfacción, lo cual motiva el doble para plantear un nuevo reto. Es importante que el maratoniano corresponda a los suyos de cualquier forma, y como mínimo agradeciendo constantemente.
  30. Hacer de la maratón una forma de vida: ese puede ser el secreto para ir caminando hacia adelante. Cuando el running se te mete en las venas es difícil que salga. Por extensión, pasa lo mismo con la maratón, que engancha, ¡vaya si engancha!. La constancia es la que hará que se encadenen retos, mejoras, recompensas y satisfacciones, aunque por medio también haya fracasos, malos momentos, y días agrios, pero ¡así es la vida!.
  31. No es una carrera para picarse: ¡quien se pica ajos come!, eso dice nuestro sabio refranero. Esto es muy aplicable en la distancia de Filipides, porque si no te quieres comer un muy desagradable ajo más vale que evites picarte con otros runners que cambian de ritmo o te adelantan con mejor ritmo que tú. Ya decía que los cambios de ritmo no son muy aconsejables y que otro runner haga modificar tu plan y tu ritmo tampoco lo es.
  32. La abstracción a veces funciona: es una carrera tan larga que cuando la cosa se tuerce o simplemente no vas disfrutando del momento, tienes que tirar de repertorio para pasar página. He leído que hay maratonianos que se abstraen pensando en otras cosas; también se aconseja pensar en ciertas coletillas prefabricadas que te ayuden para automotivarte cuando la cosa se pone fea. Si toda va bien seguro que no tiras de estas argucias, pero cuando vas mal y hay muchos minutos por delante cualquier ayuda será buena.
  33. El umbral del dolor: ¿cuándo debo decir hasta aquí aguanto?. Difícil respuesta para una pregunta que todo maratoniano se hace alguna vez. El dolor aparece cuando algo va mal, es un mecanismo de nuestro organismo para advertirnos y con el mismo se lleva a cabo un principio de autoprotección que queda englobado en un principio más importante: el de la supervivencia de la especie. Sin embargo, por el hecho de sentir dolor no hemos de alarmarnos. Es difícil que durante una maratón no lo sintamos, en mayor o en menor medida. Si todo va bien, conforme pasen los kilómetros nos iremos sintiendo cada vez más pesados, con menos chispa, los músculos se irán cargando y llegaremos al tramo final, en el mejor de los casos, manteniendo a duras penas el ritmo previsto y con las fuerzas justas. Pero, ¡son tantas las cosas que pueden torcerse!. Por un lado está el riesgo de lesión, que aumenta exponencialmente en el último tercio de carrera; ¿deberíamos seguir si he sentido un tremendo pinchazo en el gemelo?, bueno, eso lo tienes que ver tú. Por otra parte, a veces el agarrotamiento se hace doloroso y sin habernos lesionado, los calambres y la rigidez muscular suponen una gran molestia o incluso un gran suplicio a cada zancada. Por último, cuando el "tío del mazo", "el muro" o como le quieras llamar, te visita, te viene una flojera en forma de tormenta perfecta que hace que cada segundo se haga eterno. Seguir adelante es una elección; pararse y andar un poco también lo es. Esta en nuestra decisión a tomar, llegado el momento: cómo afrontar la carrera cuando dejamos de disfrutar y pasamos a sufrir. Por último, a veces nos vienen bajones que sin embargo tal y como vienen se van, por tanto, la experiencia y escuchar a tu cuerpo siempre ayudarán a analizar la situación. Un buen avituallamiento puede ser el remedio para uno de esos bajones.
  34. La salida: ¡menuda gestión!: las maratones más conocidas son las más masificadas, y esa masificación tiene sus pros y sus contras. La animación en la carrera siempre es una gran ayuda, pero el tener que compartir salida con otros 15.000 maratonianos tiene grandes inconvenientes. Los organizadores disponen cajones distintos en función de la marca acreditada por el corredor, para de esta forma tratar de evitar en la medida de los posible que los corredores más lentos taponen a los que van por detrás. No aconsejaré mentir en la marca que pongáis, tampoco os diré que estéis una hora antes de la salida en vuestro cajón para que pilléis la zona delantera; sólo diré que si queréis ir a tope y mejorar vuestra marca corriendo en una de estas maratones masificada más vale que gestionéis bien vuestra salida. En Roma cumplí mi objetivo por menos de dos minutos y no hubiera sido así si hubiera aceptado el cajón que me dio la organización tras haber acreditado una marca vieja, no actualizada. Conseguí cambiar mi dorsal y salir en un cajón mejor, y salí pegado a los pace makers de las 3 horas, justo delante, siendo todo más fácil. 
  35. Turismo y maratón: ¿por qué no?. El 99% de los maratonianos populares que estamos en esto sabemos que no iremos ya a ninguna olimpiada. El 1% restante o pertenece al grupo de los ingenuos o realmente tiene posibilidades. Viajar para correr maratones es un acicate añadido. Haces las maletas y te vas con tu familia, o si puede ser sin tus hijos, a visitar hermosas ciudades. Quizá para nosotros lo más importante del viaje sea la maratón, pero la parte lúdica no puede faltar. Dale a tu pareja ese gusto y ella te sabrá recompensar con más apoyo (al menos eso dice la teoría). ¡Ah!, ojo con las grandes caminatas del día antes.
  36. ¿Cuántos días tengo que correr a la semana?: pues depende de tus pretensiones. Si quieres bajar de 5 horas no puedes tomártelo igual que si tu objetivo es bajar de las 3 horas. Por otra parte, cada uno sabe como tiene la agenda y tu plan también tiene que estar supeditado al resto de tus obligaciones. En mi caso, para bajar de las 3 horas, y teniendo en cuenta que me va bien, suelo meter en el plan específico un descanso cada 6-10 días, es decir, hay semanas en las que no descanso. Pero es cierto que cada cuatro días aproximadamente suelo meter un descanso activo con rodajes muy lentos que me sirven para aligerar tensiones y para descargar. Mucha gente recomienda que para bajar de las tres horas se hagan 5 días a la semana, metiendo, por tanto, dos días de descanso. 
  37. Entrenar lo que voy a hacer durante la carrera: me da que esta es una asignatura pendiente en el currículum de muchos maratonianos. Hay quien entrenar lo que vas a comer y lo que vas a beber, y eso se podría hacer en tus tiradas largas (yo no lo he conseguido hacer aún). Para ello tienes que tener bien programado qué y cuándo comerás y/o beberás. De esta forma tratas de asegurarte que la comida que ingieras te sentará bien y te ayudará. Hay quién entrena hasta como beber el agua del vasito que te dan en algunas maratones (para mi eso es difícil hasta de entrenar). También los hay que unos días antes del evento salen a rodar durante unos pocos kilómetros a ritmo de maratón con la ropa exacta con la que correrán. Supongo que todo esto es importante porque evita que te ocurran cosas que no esperas, pero para muchos todo esto puede llegar a obsesionar.
  38. Yo y mi Garmin: ¡upps!, la dependencia del GPS. No me cabe la menor duda que estos aparatitos son muy útiles. Sin embargo, en los últimos tiempos he descubierto que a veces disfrutamos más sin mirar tanto los ritmos, las distancias, las pulsaciones y el gasto calórico. ¡Ojo!, esto es una elección personal y me consta que hay gente que hace bien por vigilarse las pulsaciones, por si acaso. Hablando de mi, no llevo pulsómetro, porque no me gusta, y ya no entreno con Garmin porque disfruto más sin él, aunque si lo que buscas es batir tu marca casi se hace imprescindible llevar bien medido el ritmo y tener la información que nos aportan estos aparatos para no pasarnos o no quedarnos cortos. Vuelve a ser una cuestión de elección de cada uno. Por último, es innegable que la información que despliega y que puedes analizar en tu casa tras la maratón es muy interesante y muy reveladora.
  39. ¿Puedo correr la maratón a un ritmo que no he entrenado?: difícil respuesta a esta pregunta. Yo me decanto por la lógica. Uno no podrá correr una maratón a un ritmo al que no es capaz de soportar, eso está claro. Conocer tu ritmo en 10.000, media y maratón te ayuda a conocer tus límites actuales, y la experiencia en este sentido es un grado. Dicho esto, no veo necesario entrenar muchos kilómetros seguidos a ritmo de maratón, por lo menos a mi no me ha resultado necesario. Los entrenos de calidad te permiten conseguir las capacidades para alcanzar tu objetivo y a través de los mismos corremos por encima del ritmo de maratón distancias más cortas. Las tiradas largas podrían hacerse a un ritmo más suave que el de maratón, y se podrá introducir el ritmo de la maratón en alguna fase de la misma, sobre todo se dice que es conveniente al final de dicha tirada.
  40. Los tests y mi inseguridad: conforme se vaya acercando el día de la maratón necesitaremos saber cómo estamos. Los tests no darán una idea de nuestro estado de forma y en su caso nos podrían hacer replantearnos nuestros objetivos. Tienen que estar bien planteados tanto en forma y fecha. Por ejemplo, mucha gente dice que una media entre 3-5 semanas antes de la maratón es una buena piedra de toque para saber como llegaremos a nuestro objetivo. En función de los resultados podremos coger confianza, perder la que teníamos o replantearnos todo. Ojo, los tests no son dogma de fe, y si tenemos un mal día corriendo esa media, tendríamos que valorar esta circunstancia. En mi caso, me gusta hacer dos medias, una cuando quedan unas 8 semanas y otra cuando quedan unas 3. En la teoría la segunda me debe dar un mejor resultado que la primera y la marca obtenida me debe cuadrar con lo que busco. Por último, hay quien aconseja realizar el test de los 2*6000 dos semanas antes de la maratón. Mucha gente coincide que es una gran piedra de toque para saber el ritmo que has de llevar.
  41. El tapering: para mi es un tema muy importante: al menos las dos últimas semanas del plan específico tienen que haber una considerable bajada de carga. Cuando uno estimula su cuerpo a través de entrenos ha de saber que lo que siembra no se recoge hasta bastantes días después, por tanto, no tiene sentido vaciarse los días anteriores a la carrera. Pero además, es muy importante llegar relajado y descansado al evento y llegar repleto de energía. Los expertos dicen que un buen tapering de unos 21 días puede aumentar en el tramo final tu rendimiento hasta un 8% y se dan casos de corredores que han tenido una lesión en el tramo final, se han relajado y finalmente obtuvieron resultados tremendos por el hecho de descansar los días previos. Se dice que el tapering debe conservar intensidad, de forma que no disminuya ésta en gran medida, pero el kilometraje si debería disminuir poco a poco de forma que en la última semana hagamos al menos un 40-50% menos de lo que hicimos en la semana de más carga, que generalmente se suele hace cuatro semanas antes.
  42. Revisiones, pruebas de esfuerzo y análisis: creo que son importantes, a pesar de que el que escribe no ha visitado en su vida a un fisio, ni se ha hecho jamás una prueba de esfuerzo y los análisis de orina y de sangre me los he hecho por otras cuestiones ajenas al deporte. No seré yo el que aconseje que no lo hagáis, más al contrario, aconsejo que periódicamente os pongáis en manos de expertos, sobre todo si vuestro nivel de exigencia en los entrenos es alto. Vigilar los niveles de minerales y otros elementos es fundamental. Descartar problemas cardiacos y de otra índole también lo es, y conocer como nos encontramos con la ayuda de un experto pues también. Mi caso no es muy exportable porque me guío por la intuición y algún momento ésta me fallará.
  43. ¿Cómo me tomo el descanso tras realizar una maratón?: casi todo el mundo coincide que el regreso a los entrenos ha de ser paulatino tras haber corrido una maratón, sobre todo si ésta la hemos hecho a tope. Muchos expertos dicen que dos semanas es un plazo razonable. Una semana también podría ser un buen plazo si cuando regresemos lo hacemos con cabeza. En mi caso, que tampoco es exportable, suelo descansar el día de después (faltaría más), y hago una transición suave en los días siguientes, realizando trotes suaves, de forma que voy en progresión y vigilando mucho no lesionarme. Me ha ido bien, pero quizá no sea lo aconsejable. Hemos de pensar que los músculos tienen muchas toxinas que eliminar, nuestras articulaciones y nuestro hígado ha hecho un trabajo extra muy importante y nos piden recuperación. Creo que hay un riesgo muy importante de lesión en los días posteriores a la maratón, por tanto, convendría extremar las alertas. 
  44. Dime como corres y te diré si eres eficiente: repetir el mismo gesto durante 3 horas, teniendo en cuenta lo compleja que es la biomecánica de la carrera invita a pensar en la importancia de la economicidad de movimientos durante la maratón. Los ejercicios de técnica de carrera nos deben ayudar a correr mejor, sin gestos y movimientos innecesarios y con una zancada adecuada. Ojo, que todo esto sale expontáneo y quien corre mal casi no lo puede evitar. Existe el debate sobre somo ha de ser la zancada, si larga o corta. Yo cuando veo a los keniatas y a los etiopes siento que se resuelve el debate, si esas pedazo de gacelas estiran la zancada y les va tan bien creo que está claro el ejemplo a seguir. En mi caso me va bien estirar zancada, y no termino más cargado por ello, pero me sale expontáneo, no lo premedito.
  45. El objetivo, el plan y la estrategia: es muy importante saber porqué estamos corriendo maratones. Debe ser algo que nos hayamos preguntado y hayamos sido capaces de contestarnos. Unos correran básicamente por divertirse sin obsesionarse con marcas, otros en cambio, irán a su próxima maratón con la intención de bajar su registro. Hablamos del objetivo que nos hemos propuesto, y yo acostumbro a plantearme el objetivo con tiempo, porque si no no sé a dónde quiero ir. Planteado el objetivo establezco el plan, con mucha antelación. Por ejemplo, en la actualidad tengo planteado como serán mis próximos 8 meses hasta mi próxima maratón, y los tengo estructurados en tres planes enlazados: uno de mantenimiento, otro de fuerza y el específico. Voy elaborando los planes y ejecutándolos después a sabiendas de que pueden ser cambiados en función de muchos factores. Por último, la estrategia la reservo para el día de la carrera y a través de ella trato de afrontar el reto a través de una serie de acciones que me ayuden a conseguirlo: ahí tengo pensado el ritmo al que ir, si éste será constante o iré subiéndolo poco a poco, cómo avituallaré, etc. La estrategia puede ser cambiada antes de la carrera e incluso a veces nos vemos obligados a cambiarla durante la misma carrera. A veces las cosas no salen como uno piensa que saldrán.
  46. La ambición: se dice que la ambición mueve montañas, pero yo por ambición corro maratones y trato de superarme. La ambición es un ingrediente muy importante en un maratoniano, pero no necesariamente hay que ser ambicioso para correr maratones. La ambición se convierte en espíritu de superación cuando uno trata de bajar sus tiempos una y otra vez, o cuando uno se pasa de la media a la maratón y de la maratón a la ultra maratón, y así muchos acaban corriendo en el desierto la Maratón des Sables. La ambición está en nuestra naturaleza y no tiene porque ser negativa, si está bien enfocada, porque que salga de nosotros un espíritu de lucha, competencia y superación. Pero un corredor ambicioso no ha de sentirse superior a otro que no lo sea. Tan importante como la ambición son otros valores como el respeto, la humildad y la solidaridad.
  47. No somos Dios: somos seres muy limitados. No es casualidad que ponga este punto justo detrás del de la ambición. Ser ambiciosos y conseguir lo que buscamos puede llevarnos fácilmente a la prepotencia y a la soberbia. Pronto caemos de lo alto, lo que se tarda en agarrar una lesión que nos deje en el dique seco durante un buen periodo de tiempo. Si queremos superarnos y a su vez somos conscientes de lo limitados que somos, deberíamos saber que sólo el trabajo nos permitirá conseguir lo que queremos, pero que no siempre a través del mismo lo conseguiremos. Quizá este sea el buen camino a seguir.
  48. La maratón y la vida: podría decirse que la maratón es una recreación de la vida misma. Uno comienza fresco y con buen semblante, parece que se va a comer el mundo (paralelismo con la juventud); durante la carrera pasan cosas buenas y malas, como en la vida, y va llegando la decadencia en forma de cansancio, justo como en la vejez, para hacernos ver cuán limitados somos. Al final cruzamos la meta y culminamos nuestro propósito, como en la vida, o al menos es de lo que se trata. El fracaso y el éxito están ahí, siempre con nosotros y el esfuerzo se convierte en una forma de vivir.
  49. Equilibrio: correr maratones no es fácil, requiere de mucho tiempo y dedicación, pero a mi no me cabe la menor duda de que haciendo esto consigo mi equilibrio. Antes, cuando no corría y llevaba una vida sedentaria sentía que me faltaba algo. Ahora no lo siento. Por momentos puedo estar estresado por no encontrar el tiempo necesario para dedicarme a ello, pero ¿qué haría yo sin correr?. Hace no mucho no me planteaba eso de hacer deporte y ahora no me imagino la vida sin correr maratones.
  50. ¿Por qué he de correr mi primera maratón?: porque mientras no lo hagas no habrás experimentado una serie de sensaciones que merece la pena sentir. El camino que te lleve hasta tu primera maratón será increible, te sentirás vivo, te sentirás bien, bueno, a veces mal, pero eso es la vida misma. No te cuento que sentirás cuando corras tu primera maratón. Se te podrá dar bien, se te podrá dar mal, podrás querer repetir nuevamente o jurarás que no correrás una maratón jamás, pero te garantizo que merecerá la pena porque no se te olvidará nunca la experiencia.

3 comentarios :

  1. Buenas tarde Francisco.
    Gracias por escribir la presente entrada, me parece oportuna (el domingo 28 corro mi primera Maratón), equilibrada (en los puntos que desarrolla) y cargada de sentido comun. Comparto casi todo lo expuesto; en las ultimas 21 semanas de entrenamiento he procurado actuar aplicando cabeza y sentido comun. Estoy bastante ilusionado, espero conseguir los objetivos propuestos:
    - Correr una Maratón antes de los 57 años.
    - Sentir y disfrutar de la experiencia.
    - Demostrarme que soy capaz
    - Correrla, si es posible, en 3:40

    Saludos cordiales,
    @ediazrms

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  2. Hola Emilio; muchas gracias por hacerte seguidor de este humilde blog. Ante todo te deseo que disfrutes mucho la Mapoma, que según tengo entendido es de las más bonitas y animadas maratones que se pueden correr. Seguro que cumple todos tus objetivos, pero la primera maratón tiene la ventaja de que la marca importa menos. ¡Verás que vivo te sientes!. Te seguiré la pista estos días y te dedicaré una entrada.

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  3. Gracias Francisco. Comentare como fue la experiencia.

    Saludos,
    @ediazrms

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