La rueda ya no se puede parar, ¡esa es la consigna!. Llevo ya muchos meses sin dejar que se pare y por ahora así ha de seguir. Amenazaba lluvia, como no, y me fui por la Avenida de las Tinajas para coger la vía de servicio de la AIV hacia Andalucía para llegar al parque, donde dí unas vueltecillas suavitas suavitas, a un poco menos de 6´el kilómetro. Se trataba de descargar un poco de cara al 10.000 del sábado. Durante el entreno me cayeron unas gotas pero la cosa no pasó a mayores. Una nueva Semana Santa más y recuerdo perfectamente lo que decía en mi entrada el año pasado, justo a un par de meses de mi primera maratón:
JUEVES SANTO DÍA 5 DE ABRIL: SUBIDA AL CALVARIO
"Pero no fue un calvario. Tocaba 8 series de 1 minuto en cuesta, así que me fui calentando al Angel, mi particular Monte del Calvario, y subí hasta medio camino de subida para luego bajar otro poco y hacer 20 minutos de calentamiento. Con unos 300 metros medidos, me dispuse a comenzar. No me sentí mal en ninguna de las series, con el viento de cola; eso sí, hacía un poco de frio. Con el sentimiento del trabajo bien hecho y con casi media hora entre serie y recuperación de bajada al trote, volví a casa a trote alegre por la Avenida de las Tinajas.
Distancia total 10,2 kms".
Ahora, casi un año después han pasado muchas cosas, casi todas buenas, y sé que no siempre todo lo que suceda va a hacer sentirme feliz. Regresé a casa al mismo ritmo cansino para hacer un total de 8.200 metros y 45´.
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