RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 28 de marzo de 2013

LUNES 25: UNA HORA ANOCHECIENDO

Tras salir del trabajo dejó de lloviznar así que me alegré de esta circunstancia y me vestí para la ocasión, como cada noche. Fui a casa de mis padres, donde dejé el coche y desde ahí cogí un circuito que me llevaba por la carretera de Daimiel, para regresar por un camino a la parte de atrás del parque. Se me había hecho de noche y agradecí llevar ropa chillona. En cuanto a mi ritmo y mi forma, iba cercano a 5´por kilómetro y no iba mal del todo, aunque algo cargado. Cuando llegué al parque dí unas cuantas vueltas para regresar a casa de mis padres donde me esperaba mi hija, a la cual tenía que recoger. Me salieron 11.650 metros en 62´.


No hay comentarios :

Publicar un comentario