RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 17 de febrero de 2013

CRÓNICA DE LA XVIII MUY HEROICA MEDIA MARATÓN DE VALDEPEÑAS




¡Ay, correr en casa!. Todo es más bonito y también más complicado. La Media de Torremolinos quedó ya en el pasado, y la satisfacción de entonces ya está casi olvidada. La ilusión por la Maratón de Roma es futuro, pero el presente se llamaba "XVIII Muy Heroica Media Maratón de Valdepeñas". Hasta la fecha, mi bagaje en esta carrera de tanta solera había sido: 01:37 en 1994, y sufriendo mucho, 01:57 en 2006 y un poco más y me da un telele; 01:41 en 2011 y de nuevo a Dios gracias; y 01:27 el año pasado, con buenas sensaciones y buenos recuerdos. Había en mi retina más malas experiencias que buenas, pero es cierto que este último año me he dedicado a correr, a correr hasta cansarme de correr y siempre he tratado de ser fiel a mis planificaciones, aunque me haya costado. Llené el calendario de maratones y ese hecho me ha puesto las pilas hasta llegar casi a la obsesión.

No estaba nervioso, pero si me sentía responsabilizado, era como un peso sobre mis hombros. Aún así descansé bien la noche antes. Cierto que no desayuné abundantemente y que tampoco había cenado lo que  mandan los cánones, pero hablamos de una media y no de una maratón, por lo que lo de la alimentación es importante pero no tanto. El día era fabuloso, nublado, unos 7 grados y sin apenas viento, y el ambiente estupendo, con unos 800 corredores llegados no sólo de la provincia sino de varias partes de España, tales como Madrid, Toledo, Jaén o Córdoba. En mi mente había visualizado la carrera e incluso las sensaciones, y ahora sólo faltaba que se materializasen esas visiones. Es más fácil imaginar que hacer, y yo soy de los que cree que somos lo que hacemos, es decir, que el hombre queda definido por sus acciones. A eso de las 10:05, tras la foto del club, comencé a calentar y sentí que las piernas fluían, y eso es siempre bueno. Me encontré con mi prima Begoña, con la que tendré la oportunidad de correr en Roma y charlamos los últimos minutos del calentamiento y del pistoletazo. Estábamos bien situados, muy cerca de la primera fila, con lo que no me tenía que preocupar de los primeros metros. Y sonó el pistoletazo; en seguida me asocié a mis compis del Pozo Norte, llegando a ir hasta 6 juntos. Los dos kilómetros ochocientos, los de la primera vuelta corta, fueron de tanteo, y sabía que las piernas no darían respuesta real hasta pasados unos minutos. En cuanto al ritmo, según lo previsto: 3´51´´ el primero, 3´50´´ el segundo y 03´59´´ el tercero (este con repecho incluido). Comentar que comoquiera que el recorrido del circuito había cambiado por culpa de unas obras, las marcas kilométricas no estaba correctamente bien puestas, pero salvo eso, la organización, como siempre, estuvo de diez. Tan sólo hubo que relajarse y no mirar tanto al Garmin. El cuarto de nuevo 03´53´´ y de nuevo el repecho de la Plaza de España, por ello el quinto a 04´02´´. Ya por entonces fui creciendo en sensaciones y comencé a sentirme cómodo, aunque esta media no da para mucho disfrute, porque es raro encontrarse con un llano donde coger ritmo. El sexto otra vez 03´53´´ en una zona que me gustaba, justo, en la zona de la Salida del Peral y la Calle Amapola, muy cerca de mi casa. He de decir que conozco hasta los baches de esas calles, pero eso no sé si es jugar con ventaja. Enfilamos por la Avenida de las Tinajas, y por aquel entonces de los cinco compis del Pozo Norte, tan sólo iba conmigo Óscar; comentar que Alejandro tiene la semana que viene la Maratón de Sevilla y no podía ni debía vaciarse, que Rafa ha salido de una dura lesión y que Pedro no se conocía el circuito y eso no jugaba a su favor. Séptimo 3´51´´, pero esto lo digo tras ver el Garmin porque durante la carrera reparé poco en mediciones, aunque sabía que el ritmo era bueno. Repechín de nuevo y vuelta por la Avenida; a esas alturas se ha descolgado Óscar también y he de buscar asociaciones; me pongo a la par de un runner al que se le ve cómodo 3´56´´ en el octavo y otro 3´56´´ en el  noveno kilómetro en la subidita cercana al Molino Gregorio Prieto; pásamos a Pedro Romero en la mitad de la Avenida Gregorio Prieto, y nos dice que va reservando que no va bien del todo; y llega el décimo, ya en la zona de San Marcos 3´58´´. Hasta este momento siempre vamos cazando gente, y eso anima. Ni que decir que la gente arenga un montón: "Vamos Ayuso" y eso da subidones por doquier. Ahora tocaba un kilómetro de bajada suave, agradable, y eso se nota 3´47´´. Mi compañero va metiendo caña, y decido ir con él, y seguimos dando caza a un chorro de gente. Llegamos a la Puerta del Vino y ahí tenemos ligera cuesta; a unos 40 metros va un nutrido grupo entre el que se encuentran las dos primeras mujeres, Patricia Sáez y Myriam de Membrilla, dos máquinas de correr. El duodécimo kilómetro también es bueno, 3´53´´ y pasamos por meta, repechín y subidón de animación. Damos caza al grupo de delante y no andamos con contemplaciones, mi pareja y yo seguimos con el mismo ritmo y dejamos atrás el mismo. Comoquiera que no voy para ir de charla hablo lo justo porque no quiero gastar pulsaciones en hablar, pero ya por entonces sé que mi compañero se está preparando la Maratón de Barcelona y que baja ampliamente de las 3 horas; por cierto, va y me dice que yo soy de 2´40´´ en maratón, y yo le contesto que con bajar de 3 horas tendría bastante. El kilómetro trece en 3´50´´, demencial y llegamos al repecho de la Plaza de España, cuesta algo, pero lo capeo bien; desde ahí la cuesta de la Calle Real a llanear y a bajar; el catorce en 3´57´´, por culpa de la cuesta de la plaza. En la zona de la Salida del Peral, mi compañero pone una marcha más y se me va yendo poco a poco, pero no es cuestión de cambiar de ritmo y no me importa mucho. Paso cerca de casa y agarro a tres runner que llevan buena cadencia y soy muy optimista: va a caer una buena marca. El quince en 3´51´´, la Avenida de las Tinajas no se hace dura, y es de agradecer, y las piernas siguen respondiendo lo cual es para mi increíble, el dieciséis en 3´56´´. Llegamos al repechín antes de dar la vuelta por la Avenida y  mantenemos el ritmo y pienso que esa gente no se me va a escapar, pero ahora toca la subida tendida, aunque tengo piernas, 4´01´´ en el 17. La vuelta por la Avenida se hace bien, con buenas sensaciones y el 18 cae en 3´56´´. Se acerca la cuesta del Molino y lo noto, pero no mucho,  entramos en Avenida Gregorio Prieto, y ahora toca un kilómetro de llano con pendiente negativa, ¡genial!, esto está hecho. El diecinueve sale en 4´02´´, pero ahora bajará el crono, seguro. Hasta la Puerta del Vino, la cosa va bien y me escapo, pegándose un runner a mi lado y quedándose otros dos. Por el mencionado monumento marco 3´50´´ y tan sólo quedan poco más de 1 kilómetro y el último repecho tendido. Ya no hay nada que temer, las piernas pueden seguir el ritmo. Para mi sorpresa un runner de los dos que se habían quedado atrás nos adelanta, y los últimos 500 metros pesan, por la ansiedad y porque cambiamos el ritmo, además de haber pendiente. Llaneamos, y mi pareja se adelanta unos metros, pero todavía puedo realizar el último esfuerzo: giramos cuando quedan 100 metros entrando en el recinto y esprinto entrando ambos a la par; y haciendo 3´ 49´´ en el último kilómetro.

¡Lo había conseguido!, como en un sueño 01:21:47. Lo escribo, lo leo y no me lo creo, pero es verdad. Verdad de la buena. A veces el trabajo fastidia y al final tras estar fastidiado viene algún buen sabor de boca. Pues esto no es buen sabor de boca cualquiera, esta es la felicidad hecha buen sabor de boca.

He de agradecer aunque sea algo cursi: a mi mujer por aguantar tanto con mis entrenos nocturnos y con tanta presión gratuita (no somos profesionales de esto). A todos y cada uno de los componentes del Pozo Norte por estar ahí apoyándome siempre, es un placer, y en especial a Marisol que como su nombre indica es un Sol, ella dijo que haría 01:21 y lo hice, creía en mi. A los del Extenuación, que apoyan también y mucho, y en especial al presi, que me dijo: "corre en Castellón y lava tu mal sabor de boca de Valencia", y lo  hice y eso me permitió estar hoy así. También a Leandro, que hace bastantes meses creyó en mi y me animo a progresar, y a otros muchos: a mi hermana Mari Carmen que es un ejemplo de superación, a mi hermana Mari Nieves que me anima desde el blog, a Alberto que también me echa una mano, bueno, a mucha gente.

No he ido ni iré a unas olimpiadas pero para mi hoy es como si así hubiese sido. Cada uno tiene sus retos y sus metas y lo importante es soñarlas y ni te cuento si las consigues.


2 comentarios :

  1. Enhorabuena Javi, ya vas recogiendo frutos del trabajo de meses, eso es muy gratificante, ya te comente que nadie sabemos donde estan nuestros limites, sigue explorando pues creo que esto no es mas que el comienzo de tu carrera como maratoniano, un abrazo y continua con tus exitos.
    Leandro

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  2. Gracias Leandro, ya quisiera yo ser la sombra de lo que eres y has sido como corredor. Cuando tú andabas haciendo tiempos bárbaros en maratón yo estaba llevando una vida media sedentaria alejada del deporte. En cualquier caso muchas gracias, sobre todo viniendo de ti, que ya nos conocemos hace muchos años y da subidón que un buen amigo te diga estas cosas; seguiré explorando porque ahora no puedo parar y ya veremos que ocurre; en cualquier caso esto que me ha pasado no me lo esperaba (¿si me hubieran dicho hace tres años todo me habría reído en la cara de la pitonisa?)

    Por último decirte que me hace un montón de ilusión correr una maratón contigo así que ando esperando a que te animes. No será sólo cuestión de hacer marca, sino más bien de disfrutarla y grabarla en la retina para luego recordarla

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