RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

MARATÓN DE CASTELLÓN: EL IMPÁS SE CONVIERTE EN LOCURA



Hace unos días os comentaba que me encontraba en un claro impás, en un momento de transición hacia un nuevo reto, periodo de reflexión y de cambios. Ahora, de repente ese impás ha desaparecido y ha dejado en su lugar un huracán. Joaquín, el presi del Extenuación Valdepeñas dijo la frase perfecta en el momento preciso y en lugar adecuado; fue tras terminar el 10.000 de Daimiel, justo cuando yo estaba rebosante de alegría y euforia: "Oye Javi, si yo hubiera sido tú, habría cogido el coche y me habría ido a Castellón a correr la maratón del domingo que viene". Joaquín no sabía que días después de correr la malograda Maratón de Valencia yo había estado viendo la página web de la carrera de la "Ciudad de la Plana" y había comentado a mi mujer que estaría dispuesto a correrla. Ella misma me quitó la idea diciéndome que era una locura correr dos maratones en 21 días cuando todavía no me he acostumbrado a la distancia. Días después vinieron las molestias en mi rodilla que hicieron que se me fuera totalmente de la cabeza. Lo que yo no esperaba es que el 10.000 de Daimiel me fuese a dejar tantas cosas buenas como me dejó y menos aún, no esperaba que mi amigo Joaquín me animara, o más bien me hiciera ver que no era tan loco el hecho de correr otra maratón con el objeto de aprovechar mi estado de forma y también poder quitarme el mal sabor de boca de Valencia. El caso es que el presi no cayó en la cuenta de que aún estaba abierto el plazo de inscripción, y comoquiera que mi rodilla ha dejado de quejarse, y de que los entrenos del lunes y martes han ido bien, todo se ha precipitado y ha terminado con mi inscripción justo en el último día de plazo, y haya podido encontrar un hotel cercano por los pelos. Iremos mi mujer y yo, sin niños y en un viaje relámpago de 24 horas, pero iremos.

No sé qué decir, salvo que me tiemblan las manos. Yo no soy Ricardo Abad haciendo más de 600 maratones diarias, por tanto, para mi, correr dos maratones en 3 semanas es reto más que suficiente. En cualquier caso, trataré por todos los medios de tomármelo con calma y no ir a cazar molinos como hizo Don Quijote.

Desde aquí doy las gracias a Joaquín y a Marisol por animarme en esta empresa.

Os mantendré informados.

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