Entreno duro el que tenía por delante ayer martes. Me puse a las 19:30 a calentar en un día perfecto en lo climatológico para correr. Tras estar 25´correteando en los alrededores del Polideportivo, llegué a la pista de atletismo y me armé de valor para lo que tenía que hacer. La idea era ir suavito, a eso de 4´20´´. La primera se me hizo larga, pero el Garmin me fue dando indicaciones del ritmo. Finalmente corrí a una media de 4´13´´ haciendo un tiempo de 21´08´´. Bien de piernas pero algo entumecido. Sabía que la segunda iba a ser mejor, pero no quería ir demasiado rápido; en cualquier caso salí cómodo y las piernas me llevaron a un ritmo superior sin apenas forzar. Hubo algún kilómetro en el que bajé de 4´pero el ritmo medio final fue de 4´04´´ con un tiempo de 20´24´´. Al igual que en la anterior recuperación, descansé aproximadamente 2´y medio y salí a por la tercera (ya estaba chupado). De nuevo salí a un ritmo similar al de la segunda serie, pero las piernas ya no estaban tan descansadas. Fui contando hacia atrás las vueltas que me quedaban sin mirar al Garmin y finalmente hice 20´23´´, también a 4´04´´. Estaba cansado, pero más o menos entero, así que sin más, me fui descalentando a casa.
Entre calentamiento, series y descalentamiento hice 19,7 kilómetros. Buen entreno, con buenas sensaciones. Al llegar a casa comprobé como la orina salía rojiza, hematuria. En principio no me debería preocupar mucho pero sí vigilar este tema en los días siguientes. La hematuria se suele deber a la rotura de capilares de la pelvis por los golpes contra el suelo. La orina de hoy ya era clarita.
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