Madrugué y no sé si Dios me ayudó, pero realmente la triple subida al cerro de "El Ángel" al menos no estuvo aderezada con el calor matutino, ya que salí justo cuando acababa de amanecer. Me encontré fuerte y esto me llenó de optimismo, algo que me venía faltando desde las malas sensaciones del lunes pasado. Conforme repetí cada una de las subida me fui encontrando más fuertes, siendo la tercera la mejor, y las piernas..., las piernas muy bien.
Tiempo total: 49 minutos
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
domingo, 21 de agosto de 2011
LA SESIÓN DE VIERNES
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
17:10

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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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